Si hablaran, ¿cuántas anécdotas contarían tus manos y tu mente, después de tantos años de trabajo? “La sabiduría es hija de la experiencia”, decía Leonardo Da Vinci, una frase precisa que remite al inicio de cualquier trayectoria profesional, a aquellos días en que, sin experiencia, pero con mucha ilusión y entusiasmo, se empieza a construir un patrimonio.
Todos, en el camino, hemos tenido que enfrentar retos importantes, pero también recibido grandes recompensas. La vida laboral es así, como una montaña rusa: tiene un inicio lento, quizás inquietante, pero lleno de expectativas; luego vienen subidas, bajadas, momentos de angustia, tal vez de ansiedad, pero también hay clímax y, conforme se acerca la edad de plenitud, una satisfacción inconmensurable.
Y junto con toda esta satisfacción, llega el momento idóneo para retomar los sueños que habías puesto en pausa por enfocarte en crecer profesionalmente y darte a ti y los tuyos buenas condiciones de vida.
Y vaya que vas a tener tiempo para eso, pues la esperanza de vida en nuestro país ha aumentado considerablemente: mientras que en 1970 era de 61 años, hoy alcanza los 75, según datos del INEGI. Si según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México la edad de retiro efectivo son los 72 años en hombres y 68.1 en mujeres, imagina ¿qué no podremos hacer con nuestra vida después del trabajo?
Y quizá no sea un paso sencillo decidir cuándo cambiar de equipo, quitarse la camiseta del laboral y abrazar el personal, el del retiro. Tus años han sido de enorme y fructífera labor, y dejarlo… suena hasta extraño. Por eso, queremos acompañarte a decidir cuál sería el mejor momento para decidir tu retiro.
Cinco puntos a considerar
De inicio, considera estos cinco indicadores:
- Puedes mantener tu nivel de vida sin trabajar
La primera pregunta que debes de hacerte es si tienes las condiciones económicas para iniciar tu jubilación. Ya sea por medio de una pensión, un fondo para el retiro o algún emprendimiento sólido, existen diversas herramientas que te permitirán vivir un retiro seguro. Si tienes consolidada esta necesidad, ya estás prácticamente en la meta de la carrera.
- El trabajo ya no representa un propósito en tu vida
Una gran parte de nuestra identidad está delimitada por nuestra profesión u oficio. Basta mencionar que, para un gran número de personas, siempre serás la doctora, el arquitecto o el ingeniero. Pero ¿qué pasa cuando esto no es suficiente? ¿Considerarías que tu afecto auténtico hacia tu trabajo ha ido disminuyendo en los últimos años? ¿La idea de ya no ejercer te seduce más que la de seguir levantándote cada mañana para ello? Quizás sea momento de buscar nuevas actividades y proyectos de tiempo completo.
- Tu mente vuela constantemente hacia otro lugar
Al rondar los 60 años, tus familiares, amigos y conocidos más cercanos empiezan a jubilarse. Te hablan sobre nuevas actividades, viajes y tal vez negocios. Si sus historias te provocan eco y durante tu jornada laboral te descubres deseando estar en esos otros sitios o actividades, considera que el retiro representa una oportunidad para emprender una nueva –y maravillosa– etapa de tu vida que tal vez contenga esos (o más increíbles) destinos.
- Tu salud lo exige
La pandemia de COVID-19 ha venido a recordarnos lo importante que es priorizar el cuidado de la salud sobre cualquier otro aspecto de la vida, incluido el laboral. El estrés generado por el trabajo puede ocasionar problemas, como presión arterial alta o insuficiencia cardíaca. Basta mencionar que el 75% de los mexicanos padece de fatiga por estrés laboral, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El entorno sigue siendo complejo, así que si tienes la oportunidad y tu doctor, familia o cuerpo te están señalando que necesitas un descanso, ve tu retiro como una forma de tomarlo.
- Deseas pasar la estafeta
Con el paso de los años, llega un momento en que nos parece que el mundo ha empezado a correr mientras nosotros solo caminamos. Esto también sucede al interior de una empresa. Aunque la capacitación constante nunca está de más para mitigar ese sentimiento de extrañeza ante la novedad, considera que tal vez sea momento de pasar la estafeta a alguien tan capaz como tú, pero con energía e ideas más innovadoras y aplicables a los nuevos tiempos.
La primera pregunta que debes de hacerte es si tienes las condiciones económicas para iniciar tu jubilación
¿Cómo están las condiciones de retiro en México?
Hay que decirlo claramente: si no cuentas con una pensión, fondo de ahorro o inversión, será prácticamente imposible dejar de trabajar sin batallar por la falta de ingreso. Como seguro sabes, el sistema de pensiones mexicano sufrió una transformación radical en 1997. La buena noticia es que los trabajadores registrados bajo el amparo de la ley del seguro social anterior a dicho año, de 1973, reciben una pensión directamente del IMSS que considera las semanas cotizadas y los últimos cinco años de salario base para establecer una pensión que puede llegar a ser del 100% de su último sueldo.
Las personas que se jubilarán habiendo empezado a trabajar después del 1 de julio de 1997 no correrán con esta ventaja que sigue disfrutando tu generación. Lo mismo sucede para quienes ahora están cumpliendo 60 años y no cotizaron en el IMSS durante su vida laboral.
Definitivamente, las condiciones económicas del retiro variarán de persona a persona y hay que evitar las comparaciones, considerando tus propias circunstancias para ajustar tu estilo de vida al jubilarte según tu presupuesto y metas. E incluso tras jubilarte, considera seguir invirtiendo y priorizar tu bienestar.
Para saber más sobre cómo funciona el proceso de jubilación en México, haz clic aquí.
Cada nueva etapa, una oportunidad
Retirarse no es desaparecer del mapa. Esta etapa de tu vida, como todas las anteriores, de tu niñez a tu mayor highlight profesional, pasando por tus años en el Tec, es una oportunidad para conocer gente nueva, retomar sueños, encontrar nuevas aficiones y desarrollar talentos desconocidos. Para ser una nueva versión de ti, una más auténtica, no explorada.
Hasta el retiro, las obligaciones y compromisos de la vida limitan nuestras posibilidades, pues nos enfocamos en alcanzar objetivos profesionales y consolidar la satisfacción de necesidades de nuestros seres queridos, con lo que en ocasiones dejamos de lado nuestros propios deseos.
Por ello, el retiro es el momento perfecto para construir una nueva vida, dedicada a descansar del estrés laboral, enfocarnos en nuestras relaciones personales y aprender a disfrutar del ocio y el esparcimiento. En caso de que tu mente requiera trabajo, puedes, por ejemplo, comenzar el emprendimiento que siempre estuviste soñando, uno que no solo genere ganancias, sino también sea un bálsamo para tu corazón y mente.
No tengas miedo frente a esta nueva etapa; ten por seguro que el mundo seguirá girando, aunque no lo supervises. Disfruta de la vida y de tus seres queridos, y recuerda cómo eres mucho más que tu trabajo.
FUENTES
1. Signos de que ya estás listo para jubilarte - El Financiero
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