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    Gratitud: sus beneficios y cómo fomentarla

    La gratitud es una virtud que puede cambiar al mundo. Valorar las oportunidades y las buenas acciones puede construir una sociedad más empática.

    “Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero sí es la madre de todas las demás”. Así dijo el filósofo Marco Tulio Cicerón, en la antigua Roma, y la idea sigue resonando hasta nuestros días por su veracidad.

    Desde que se desató la pandemia de COVID-19, una de las emociones que más se ha fortalecido es la gratitud: nos sentimos agradecidos por estar vivas y vivos, con salud, tener familia, trabajo o, simplemente, por tener la posibilidad de salir de casa.

    Gratitud significa el reconocimiento sensible de lo que cada persona recibe, sea tangible o intangible. Por desgracia, tiende a ser una cualidad menospreciada debido a las condiciones de la vida actual: la inmediatez y urgencia con la que necesitamos que sucedan las cosas imposibilita tomar un respiro para analizar, identificar y agradecer aquello que nos es dado. 

    Sin embargo, está claro que un sentido de gratitud beneficia incluso la salud: por ejemplo, un estudio de psicólogos de la Universidad de California y la Universidad de Miami, retomado por Harvard Health Publishing, descubrió que las personas agradecidas son más optimistas y aprecian mejor sus circunstancias de vida.

    Enfocarnos en los aspectos positivos puede cambiar la vida y permitirnos vivir en plenitud, tener mayor empatía, respeto y generosidad y, sobre todo, ser más conscientes y responsables de nuestros propios sentimientos.

    Las personas agradecidas son más optimistas y aprecian mejor sus circunstancias de vida

    Los beneficios de agradecer

    La psicóloga Patricia Ramírez, columnista del diario español ABC, define la gratitud como algo más que dar las gracias: “Si todos fuéramos más agradecidos, podríamos vivir en un mundo más amable, empático y respetuoso; el agradecimiento produce bienestar tanto en quien lo recibe como en quien lo expresa”, dice. Vista así, la gratitud puede entenderse incluso como una filosofía de vida.

    Los beneficios de la gratitud han sido demostrados a través de diversos estudios científicos, incluido el ya mencionado, publicado en Harvard Health Publishing. En otro de ellos, el Dr. Martin E. P. Seligman, psicólogo de la Universidad de Pensilvania, analizó el impacto de diversas intervenciones de psicología positiva. El estudio pedía a sus participantes escribir y entregar personalmente una carta de agradecimiento a una persona con quien tuvieran esa tarea pendiente. Esta simple acción aumentó los índices de felicidad entre los participantes. En el plano laboral, la gratitud ha demostrado generar entornos donde quienes colaboran sienten más motivación y productividad.

    La bidireccionalidad del agradecimiento genera un efecto expansivo que puede transformar a cualquier grupo o comunidad. Si aún no te convencen sus efectos, aquí te presentamos algunos beneficios de hacer de la gratitud una forma de vivir.

    • Nos acerca a las personas

    Un simple “gracias” puede ser el inicio de una amistad. Tener un gesto de agradecimiento con una persona desconocida facilita el comienzo de una relación, y nuestro círculo social se amplía si valoramos las atenciones y contribuciones de una persona a nuestra vida. La gratitud nos vuelve más amables y amigables.

    • Fomenta la introspección y autoconocimiento

    ¿Alguna vez te has detenido a analizar tu vida y tu relación con los demás? La introspección es un acto de autoconocimiento que implica pensar y enfrentarte a tus propios pensamientos y conductas. Enfocar este proceso en tu capacidad de agradecer te permitirá sentir aprecio por situaciones cotidianas, como respirar, caminar o comer; también, mejora la manera en que afrontamos las situaciones adversas, asimilándolas como aprendizaje y crecimiento.

    • Nos otorga nuevas perspectivas 

    El escritor inglés Daniel Defoe decía que “Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos”. Al agradecer lo que tenemos, entendemos y aceptamos los estilos de vida de otras personas, lo que genera mayor empatía y respeto, dos posturas esenciales para vivir con felicidad y plenitud.

    Tener un gesto de agradecimiento con una persona desconocida facilita el comienzo de una relación

    Llevar un diario de gratitud puede ser un buen inicio

    Conseguir estos beneficios parece una apuesta segura pero… ¿por dónde empezar con este cambio de vida? Uno de los ejercicios más recomendados por psicólogos es llevar un diario de gratitud. Esta herramienta permite concientizar sobre todos los aspectos por los que nos sentimos agradecidas o agradecidos. Escribirlo de forma constante tiene como objetivo centrar nuestro pensamiento en factores positivos, y no en problemas y errores.

    ¿Cómo realizarlo? Consigue un cuaderno o libreta que puedas llevar a cualquier sitio. Aparta un momento del día para escribir tres o cuatro aspectos por los que estés agradecida o agradecido. ¿Te cuesta trabajo? Mira a tu alrededor: tu casa, tu familia, tu carrera, tus recuerdos. Repetir este proceso diariamente te permitirá adoptar una actitud más positiva e identificar personas, situaciones, actividades, posesiones, habilidades, experiencias y hasta desafíos que generan gratitud en tu interior. Utiliza esta herramienta para profundizar en tus pensamientos.

    Tres tips para aumentar tu gratitud

    1. Pon una nota en el espejo (o en tu celular, si lo tecnológico es más lo tuyo), que te recuerde tomar un minuto, al menos una vez al día, para cerrar los ojos, respirar profundamente y tener pensamientos de gratitud.
    2. Medita u ora, pues son actividades relacionadas con el bienestar mental, y dedica esos momentos para agradecer todas las bendiciones que tienes, desde el rayo del sol que toca tu piel hasta tus seres queridos.
    3. Escribe notas, cartas, mails o mensajes de texto para agradecer a personas con quienes deseas cultivar tus relaciones. Hazles saber el impacto que han tenido en tu vida y convierte esta actividad en un hábito (asígnale un día semanal, o quincenal, por ejemplo). Poco a poco, este ejercicio acercará aún más a tus personas cercanas y ejercitará su propio sentimiento de gratitud, lo que al final también mejorará poco a poco a tu comunidad desde tus círculos inmediatos.

    Uno (o muchos) días para dar

    Finalmente, agradecer puede ser una oportunidad para mejorar nuestro mundo, sobre todo tras los impactos generados por el COVID-19. Agradece los regalos que la vida te ha dado y demuestra tu gratitud tendiendo la mano a quien no tiene las mismas posibilidades que tú. ¡Esta es la mejor forma de mostrar gratitud!

    Si te animas a mirar la gratitud desde este enfoque altruista, puedes participar con la comunidad del Tec en la iniciativa #undíaparadar, celebrada en más de sesenta países. Tú eliges la causa que quieres apoyar y puedes hacerlo con trabajo voluntario o donaciones, y de manera solitaria, en familia o empresarial.

    Cada día tenemos el poder de hacer de este mundo un lugar más cálido y divertido para todos, es por ello, que queremos invitarte a descargar este calendario con 30 acciones para transformar el mundo.

    ¡Agradece y detona para ti los mayores beneficios de hacerlo, cuanto antes!

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    FUENTES

    1.- Giving thanks can make you happier - Harvard Health Publishing

    2.- ¿Cuándo fue la última vez que dijiste gracias? - ABC

    3.- Introspección en psicología: ¿qué es y tipos? - Marta Menéndez

    4.- Ser agradecidos nos hace más felices - El País

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