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    “Como te ven, te tratan”: transmite una imagen profesional de 100

    Una imagen vale más que mil palabras. Habrás escuchado este dicho infinidad de veces, y no pocas de ellas relacionadas con el trabajo. Lleva una gran verdad: cuidar nuestra imagen profesional es clave para construir una buena carrera y ganar solidez en el ámbito laboral. Te damos algunos tips para lograrlo.

    Si alguna vez viste la película El diablo viste a la moda, recordarás lo que ocurre con Andrea Sachs, la protagonista que aspira a convertirse en una escritora reconocida: buscando cumplir sus sueños en el ámbito profesional, acepta colaborar en una revista de moda, aunque la idea de trabajar en un mundo regido por las apariencias le parece superficial y banal.

    Al sentirse rechazada y, tras un par de desencuentros con sus jefes (entre ellos, la temible Miranda Presley, interpretada por la genial Meryl Streep), aprende que en su ámbito laboral un suéter no es solo un suéter, y que detrás de esa y otras prendas y conceptos y prácticas de la industria existen muchas historias y objetivos profesionales posibles. Que si quiere destacar, su imagen profesional debe hablar el mismo idioma que sus pares.

    El resto ya debes recordarlo: la visión de Andrea da un giro y decide cuidar cómo va vestida y se comporta en el trabajo y no solo confiar en su talento y conocimientos, y al hacer esto, las personas a su alrededor voltean a verla y ponen más atención a lo que hace y dice. Al elegir que su imagen comunique lo que otros acostumbran leer, gana un respeto que sus habilidades por sí mismas no le habrían conferido.

    Aunque el relato deviene en otros muchos descubrimientos y en la búsqueda de Andrea de un equilibrio entre su imagen profesional, su autovisión, su actitud y sus metas, nos puede servir de entrada para demostrar cómo cuando invertimos en nuestra propia imagen, pensando en nuestras metas, todo se alinea a favor.

    Cuidar nuestra imagen profesional es clave para construir una buena carrera en el ámbito laboral

    ¡Mejora tu imagen profesional!

    Sin importar en qué trabajes, es cierto que los ámbitos profesionales son espacios competidos y que exigen grandes cargas de socialización: a diario, interactuamos por llamadas, whatsapps, correos electrónicos y juntas, y aunque no pongamos nuestra cámara, existe cierta exigencia de que demos la cara, ya sea a través de una foto de perfil, nuestra voz en el micrófono o nuestras palabras en un mensaje escrito. Todas estas salidas de información contribuyen a una misma estrategia imprescindible en que lenguaje verbal y lenguaje no verbal se suman y son registrados por las demás personas, para nuestro beneficio o en nuestra condena. 

    En ese sentido, el doctor Jesús Meza Lueza, autor del libro Comunicación estratégica: diseño de la identidad corporativa. Volumen 1: identidad vs. imagen, define imagen profesional como “La consciente construcción, estimulación y manejo de una determinada percepción que ciertas personas, públicos o audiencias tendrán sobre una identidad personal específica, en un contexto y tiempo determinados, logrando una relación de beneficio mutuo. Esta identidad personal se proyecta a través de cinco factores: identidad-profesional, actitud, comportamiento, discurso y vestimenta”.

    Como ves, no todo es físíco ni outfit: la seguridad que proyectes sobre lo que sabes, así como sobre las habilidades y competencias que hayas desarrollado, serán la cereza del pastel. De nada sirve que los aspectos visuales de tu imagen profesional sean impecables si no sabes cómo proyectar lo que eres. 

    Así que mucho ojo con los siguientes aspectos, que son fundamentales:

    •  Actitud

    Recuerda que todos proyectamos energía, emociones y estados de ánimo. ¿Qué estás proyectando tú con tu postura, tus movimientos o tu tono de voz? ¿Qué tanto te observas o mides?

    • Comportamiento

    Conjunto de acciones que llevamos a cabo. ¿Te ha dado pena enviar un whatsapp a un destinatario incorrecto, o que tu e-mail se vaya sin el archivo adjunto? Esto es porque, incluso en lo virtual, conocemos y seguimos cierta etiqueta de lo que es profesional (o no) hacer (y aunque todas y todos nos equivocamos de vez en cuando, no está de más extremar cuidados para ganar reconocimiento profesional).

    • Discurso

    Ya sea en forma oral o por escrito, es muy importante saber comunicarse de manera efectiva, pues lo que decimos dice tanto sobre nosotros como sobre el tema específico del mensaje. Cuida tu precisión, tus palabras y tu ortografía (sí, es importante), en el caso del lenguaje escrito, y tu acento, tono, timbre y volumen en el caso del lenguaje verbal.

    Tómate en este punto un segundo para pensar en tu currículum, ese gran aliado de tu imagen personal: ¿qué imagen dirías que das con él? Y más importante: ¿dirías que te sientes reflejada o reflejado en esas dos cuartillas? ¿Te contentas con un clásico documento en Word, o has buscado mostrar tu creatividad con herramientas más innovadoras para difundirlo? Este artículo no va sobre él, pero puedes consultar nuestra nota sobre el tema para que tu CV nunca te falle.

    • Vestimenta

    Para elegir tu vestimenta y arreglo personal, considera tu físico (ropa muy entallada o floja, zapatos altísimos o cortes que simplemente no nos van, juegan en contra de cómo nos mostramos), los códigos de tu empresa y sector (lo sabemos aunque no esté escrito: los roles en industrias creativas y culturales suelen gozar de márgenes más flexibles sobre esto) y, tip salvador si estos no están especificados, y las elecciones de tus colegas y su variación según la ocasión (los “viernes de mezclilla” son un gran ejemplo de cómo las organizaciones tienen culturas sobre la vestimenta a las que vale la pena adaptarse para seguir siendo considerada o considerado parte del equipo).

    Independientemente de cómo apliques estas recomendaciones, mantén presente que tu cuerpo proyectará tu identidad. Jamás aceptes el bodyshaming, pero defiende siempre el balance entre qué muestras sobre ti, qué interpretan tus colegas y qué espera tu sector u organización. Elige aquello que te permita sentir seguridad y profesionalismo, para que puedas proyectarlos.

    Y sobre todo ello, mantén el enfoque en tus metas (Andy Sachs, por ejemplo, olvidó esa parte, y procurarse solo una imagen profesional la alejó tanto de sí que casi pierde su carrera, ¡qué no te pase a ti!).  

    De nada sirve que los aspectos visuales de tu imagen profesional sean impecables si no tienes cómo proyectar lo que eres

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    No solo eres un currículum

    Si has llegado hasta aquí, tal vez te estás preguntando cómo conseguir un balance entre lo que eres y lo que proyectas en tu imagen profesional; cómo seguir diciendo con tu imagen algo que no traicione lo que crees de ti. Bueno, la clave para responder esta pregunta está en un concepto más: el de identidad, que tiene que ver con tu esencia

    Y puedes adoptar (de hecho lo haces) varias esencias según lo necesitan tus diversos roles, para los cuales la imagen no es sino su representación. Como dice el libro del Dr. Meza Lueza, “una persona provocará tantas percepciones como número de personas reciban la proyección de su identidad. A la suma de todas esas percepciones le llamaremos 'imagen pública'”.

    Considera estos tips para no traicionarte:

    • Conoce bien tu físico. Parte de ti y tus características para elegir ropa y accesorios que te hagan lucir bien. Sentir control sobre esto te dará seguridad.

    • Piensa en para qué te vistes. ¿Es un evento casual o formal? ¿Es una junta con tus colaboradores o con clientes? ¿Es una carne asada de fin de semana con los colegas del equipo?

    • Elige los colores adecuados. La psicología del color al momento de vestir es real, ya que sirve para evocar ciertas sensaciones. Por ejemplo, el azul marino es buena opción para reuniones de trabajo o juntas con clientes por ser un color que transmite tranquilidad, confianza y profesionalismo. Por su parte, el gris remite a elegancia y sobriedad. ¿Sabías que el negro no es muy recomendable para entrevistas o reuniones de trabajo, pues transmite autoritarismo? 

    • Haz contacto visual. También recuerda no interrumpir y siempre ser cortés.

    • Cuida tus manos. Presta atención a mantenerlas hidratadas y que tus uñas estén limpias y cuidadas.

    • Mantén una postura erguida. Así proyectarás seguridad y propensión al éxito.

    • Apréciate. Reconocerte como alguien que tiene fortalezas y es capaz de encontrar áreas de oportunidad en sí es un factor clave para proyectar una actitud positiva y triunfadora. Cómo construir una imagen profesional es algo que se aprende diario, y se modela según cambian las circunstancias y momentos.

    Por sobre todas las cosas, escoge siempre lo que crees conveniente a tus intereses (tal vez, como le pasó a Andy Sachs en El diablo viste a la moda, eligiendo tu imagen profesional te das cuenta que lo que quieres es otra profesión, o emprender, o cambiar de sector). Lo mejor que te puede pasar al construir una imagen profesional efectiva es que te conozcas y (te aprecies) mucho más. ¡Mucha suerte!

    FUENTES

    1. Construcción de la imagen profesional - Dr. Jesús Meza Lueza

    2. Los colores ideales del guardarropa ejecutivo - Fiorella García-Pacheco

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