Llegar a la tercera edad no es motivo para renunciar a las relaciones interpersonales, sino todo lo contrario. Investigaciones científicas revelan que mantener la actividad social es fundamental para el cuidado de la salud física y mental. ¿Quieres saber más? Continúa con nosotros.
A sus 62 años, Ernesto decidió abrir cuenta en Facebook. Hace tiempo escuchó a unos de sus hijos hablar sobre esta aplicación. Preguntó de qué trataba y, tras oír la respuesta, declaró no encontrarle la gracia a ese “nuevo invento”. “Ni tan nuevo, papá, existe desde 2004 y es bastante divertido –explicó su hijo–; además es la mejor forma de seguir en contacto con los amigos”.
Ernesto no advirtió que esas últimas palabras se le habían quedado guardadas hasta hace poco, cuando se enteró del fallecimiento de un viejo compañero de la universidad. Lamentó no haber sabido nada de él en años y sintió la necesidad de buscar a otros integrantes de su generación. Entonces le marcó a su hijo por teléfono: quería saber más sobre el dichoso Facebook.
Ya antes, en este mismo espacio, habíamos analizado cómo las tecnologías han afectado las relaciones humanas. En el caso específico de internet y las redes sociales, señalábamos que incluso se han dado casos de adicción. Pero también en este Blog EXATEC nos habíamos referido al estudio de Harvard que, tras ochenta años indagando las causas de la felicidad, ha concluido que la calidad de nuestras relaciones es básica en ello.
Considerando ambos antecedentes, ¿está Ernesto frente a una disyuntiva? ¿Debería olvidarse de abrir su cuenta en Facebook, pero contactar a sus amigos del pasado por otra vía no digital? Quizá no: podría aprovechar al máximo las herramientas actuales, aunque consciente de sus riesgos por un uso inadecuado.
Lo que seguro Ernesto no debería dejar de lado es la consciencia sobre las enormes ventajas que hay en mantener vínculos sociales positivos. Y Facebook no será la única vía para lograrlo (ya veremos si la explosión de videollamadas que vivimos en el 2020 no llegó para quedarse).
El estudio de Harvard, tras ochenta años indagando las causas de la felicidad, ha concluido que la calidad de nuestras relaciones es básica en ello
Lo difícil de permanecer en un nido que se vació (y cómo afrontarlo)
Después de tantos años viendo crecer a sus hijos en casa, llega un día en que los padres deben enfrentar su partida. Cuando es tiempo, resulta parte de un desarrollo familiar saludable propiciar el desprendimiento e impulsar la consolidación de la autonomía de los miembros más jóvenes.
Pero aunque saludable, fácil no es. Se trata de un proceso doloroso, en el que predomina un sentimiento profundo de pérdida que puede llevar a algunas personas a estados depresivos y crisis de identidad (¡sí, así de fuerte como se lee!). Incluso, puede detonar conflictos en la pareja que se queda sola. Esta condición se conoce como síndrome del nido vacío, y hay algunas sugerencias para reducir su impacto en la salud emocional:
- Acepta la nueva realidad. Poco a poco, si te es mejor, pero hazlo. Negarte a aceptar lo inevitable hará que todo sea más difícil. Hacer consciencia de la situación, y asumir la nueva realidad, te ayudará a sentirte mejor. La vida es cambio. ¡Sigue adelante!
- No pierdas contacto. Dejar de vivir en la misma casa no tiene por qué implicar una ruptura. Propón planes familiares siempre que sea factible y prudente, y mantén contacto con tus hijos por teléfono o videollamadas.
- Enfócate en los beneficios. La vida sin hijos también puede traer ventajas. Ahora tendrás más tiempo, espacio y energía para aprovechar en tu relación de pareja o en tus intereses personales.
- Recurre a tu red de apoyo. Buscar a la gente que quieres y expresar lo que sientes te dará una sensación de alivio. Apoyarte en alguien que esté en una situación similar a la tuya hará que te sientas mejor comprendido.
De acuerdo con un informe de Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM), más de una tercera parte de las personas adultas mayores de 44 años se sienten solas, y casi una cuarta parte de las personas adultas de 65 años o más están socialmente aisladas. Esto es importante porque estas condiciones aumentan significativamente el riesgo de morir prematuramente por diversas causas, es decir, ¡la soledad involuntaria y el aislamiento acortan nuestra esperanza de vida!
No está de más recordar que si sientes que tus emociones respecto al nido vacío o cualquier condición de soledad o aislamiento se salen de control, es importante priorizar tu salud y buscar ayuda terapéutica.
La vida sin hijos también puede traer ventajas. Ahora tendrás más tiempo, espacio y energía para tu relación o intereses personales
La importancia de mantenernos socialmente activos
Enfrentar la realidad del nido vacío o cualquier condición de soledad involuntaria no es fácil, ya lo decíamos. Sin embargo, hay aspectos de estas realidades que también pueden jugar a favor. Entre otras cosas, normalmente cuando se viven estas condiciones, las personas han alcanzado cierta edad, y el paso de los años ayuda a que regulen mejor sus emociones y tengan relaciones sociales más sólidas, maduras y estables que las que sostuvieron cuando jóvenes. Buscar consolidar nuestros vínculos en estas condiciones daría como resultado relaciones más positivas. ¡Es cierto que las amistades y los amores se templan con el tiempo!
Otro factor positivo que viene con la edad tiene que ver con que baja el ritmo de vida y es posible canalizar el tiempo y la energía en actividades de gusto personal. En línea con los hallazgos en el estudio de Harvard ya mencionado, J. Patricia Grain Jarquín, psicoterapeuta fundadora de Psico-Educa, recomienda, en exclusiva para el Blog EXATEC, “mantener una vida socialmente activa, afiliándose a clubes y asistiendo a talleres, pláticas, conferencias…”. También destaca la importancia de hacer ejercicio y realizar actividades que impliquen un contacto con la naturaleza. Todo esto, subraya, va a detonar temas de conversación versátiles, que favorecerán la interacción con los otros.
Por su parte, el Director del Centro de Neurociencias Cognitivas y Neuroplasticidad, el psiquiatra Ricardo Caraza Camacho, escribe para TecSalud que las buenas relaciones interpersonales pueden traer beneficios como:
- Sobrellevar el estrés y favorecer la resiliencia en tiempos difíciles.
- Promover el desarrollo personal y el logro de metas.
- Satisfacer necesidades básicas de amor, compañía, seguridad e intimidad.
Por si todo esto no fuera suficiente, hay estudios que demuestran el papel de una vida social activa en la limitación de la aparición de demencias en la edad adulta.
Si no Facebook, ¡Directorio EXATEC!
¿Conviene, entonces, que Ernesto abra, a su edad, una página de Facebook? ¡Sí, eso seguro le permitiría retomar contacto con gente que quiere y ha dejado de ver; incluso podría conocer gente nueva! Viejos o nuevos, interactuar con amigos mejorará su salud, como ya vimos, y consolidará en él emociones positivas.
Quizá Ernesto se sienta más seguro yendo directamente a una fuente confiable para encontrar los datos de contacto de sus amigos. Por eso, para él y para ti, existe Directorio EXATEC, la base con la información de contacto de tus colegas del Tec. Para consultarlo, solo tienes que ingresar con tu cuenta @exatec a mitec egresados. Encontrarás “Directorio” en el panel izquierdo.
Lo que seguro no conviene a Ernesto ni a nadie es quedarnos sentados y no experimentar la posibilidad de mantener y fortalecer relaciones interpersonales en nuestros años de plenitud. Por sus muchas ventajas, ya revisadas, la vida social activa debería estar entre nuestras necesidades fundamentales a priorizar (como hacerte chequeos médicos regulares, ¡o apapacharte!).
FUENTES
1.- Tercera edad y la importancia de las relaciones interpersonales - iPSSUS
2.- Estilo de vida saludable, salud del adulto - Mayo Clinic
4.- Disfrutando tu etapa de mayor plenitud - Blog EXATEC
5.- Las relaciones sociales en la tercera edad - Grupo Bastón de Oro.
6.- Soledad y aislamiento social vinculados a afecciones graves - CDC
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