¿Cuáles serán las consecuencias más importantes de la pandemia del COVID-19? ¿Qué oportunidades para el futuro detona nuestro presente? ¿Qué tipo de liderazgos necesitará el mundo del mañana? Las respuestas a estas interrogantes serán clave para transformar el futuro, ¡y tú puedes conocerlas para empezar a construirlo desde hoy!
Son tiempos inciertos. Hasta los expertos (y quizá porque lo son) se muestran recelosos a adelantar cualquier número de pasos al futuro, como si los caminos que nos acercarían a un mañana más luminoso estuvieran difusos, o fueran difíciles de imaginar (particularmente tras las duras consecuencias de la pandemia del último año).
Un ejemplo lo dan las palabras del historiador y filósofo Yuval Noah Harari: “No soy un profeta, no sé qué pasará en 20 o 30 años y cómo la gente mirará lo que pasa ahora. Depende de las decisiones que tomamos hoy, en los próximos meses. El legado de esta pandemia está en nuestras manos, no es inevitable, no está escrito”.
La voz del investigador de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y autor de famosos libros que analizan la historia para delinear el futuro (como De Animales a Dioses (Sapiens) y Homo Deus), pareciera desestimar su propio papel como proponente de respuestas. Sin embargo, vistas al detalle, sus palabras no hacen sino clarificar: aunque no es posible adivinar el porvenir, debemos asumir nuestra responsabilidad como sus principales agentes.
Así, propone: “El mejor escenario es que la humanidad se unirá para enfrentar esta crisis, y que conseguiremos generar una especie de plan global de acciones para contener no solo la pandemia, sino sus repercusiones económicas. Y si lo hacemos exitosamente, será la base de cooperaciones subsecuentes en temas como el calentamiento global o el advenimiento de la inteligencia artificial”.
El pasado febrero de 2021, Harari formó parte del grupo de panelistas que discutieron temas como futuro, sostenibilidad, democracia y sociedad durante la pasada Reunión de Consejeros 2021. En su caso, conversó con el Presidente de Consejo del Tec, José Antonio Fernández. Aquí, te presentamos algunas de las ideas más importantes que ambos líderes intercambiaron. Quizá no sea aún el momento de las respuestas, ¡pero seguramente verás en estas ideas que sí es el tiempo de la construcción y la esperanza!
Las consecuencias posibles de la pandemia
Aunque aún sea muy pronto para suponer qué pasará con el mundo tras 2020, Yuval Noah Harari adelanta algunas posibilidades:
- El proceso de digitalización no tendrá vuelta atrás en algunas áreas de la vida: “Lo que aún es desconocido es qué impacto tendrá en la cooperación mundial”.
- Podría incrementarse la brecha entre poblaciones desarrolladas y en desarrollo: “La recuperación será en forma de K: algunas profesiones, industrias y países resurgirán mucho más ricas y poderosas que antes, y otras colapsarán”.
- Se generará una “clase social inútil” por la falta de acceso a capacitación sobre nuevas tecnologías para el trabajo y el colapso de las antiguas: “Nadie es realmente inútil para su familia, sus amigos, sus logros, pero [sí] desde el punto de vista del sistema político y económico; […] algunos países tendrán problemas para reeducar a su fuerza de trabajo porque esto demanda mucho dinero e inversión. No es fácil convertir un operador de maquinaria en un diseñador de realidad virtual”.
- Un nuevo colonialismo estará basado en los datos personales: “Imaginen la situación en 20 años cuando toda la infraestructura y tecnología de México esté controlada por compañías americanas o chinas y toda la información de todo periodista u oficina gubernamental en México esté ubicada en San Francisco o Beijing. […] En el siglo XXI, no necesitas meter tanques en un país para controlarlo; si tienes suficientes de sus datos, tienes control de ese país”.
Oportunidades y esperanza en la crisis
Yuval Noah Harari también ha adelantado los escenarios de esperanza que la crisis posterior al COVID-19 podría plantear. Entre los apuntes positivos, estaría un mayor acceso a información pública y transparencia que la digitalización permite, y con esto una mayor participación de las poblaciones en el control de los gastos gubernamentales y una limitación del surgimiento de regímenes totalitarios.
“No deberías permitir que mucha información estén en unas solas manos, sean Gobierno o corporaciones. […] Como en esta epidemia, necesitamos tener supervisión de a dónde va el dinero del Gobierno y por qué se gasta en eso. Los Gobiernos pueden decir que es difícil en una pandemia controlar esa información, pero si ellos pueden obtener tu información personal, es posible saber en qué gastan los recursos. La clave es el balance”, señala Harari.
También, podría haber avances positivos en la generación de redes de cooperación internacional que faciliten a los países menos desarrollados participar en la discusión sobre innovación y tecnología que definirá el mundo futuro: “Si todo LATAM se une, hay una oportunidad de ser tercer poder, balancear o tener una mejor posición argumental cuando se discutan las políticas de [manejo de datos en] Facebook o Twitter”.
Finalmente, hay otra esperanza en la educación si esta logra pasar de ser una difusora de información a una desarrolladora del juicio crítico: “Los niños no necesitan más información. Necesitan herramientas para evaluar la información […]. Estas deberían ser el foco del sistema educativo”.
Características de los líderes del futuro
El futuro necesitará liderazgos emergentes que puedan, con creatividad y aprendizaje continuo, llevar el volante de un mundo del mañana incierto y cambiante. Para Harari, estas serían las características del líder exitoso después de la pandemia:
- Flexibilidad mental. Trabajos y habilidades del futuro son inciertos: flexibilidad cognitiva será la única necesidad constante en los líderes.
- Creatividad. Un buen líder necesitará prever escenarios y diseñar rutas certeras en un entorno cambiante.
- Alejarse de “fantasías nostálgicas”. No es posible (“ni deseable”, señala Harari) volver al pasado. Un buen líder del futuro deberá asumir esto y evitar sentar su liderazgo sobre el miedo de sus seguidores a lo incierto y el retorno a escenarios económicos y sociales anteriores (e incompatibles con la realidad).
- Responsabilidad. Un buen líder deberá reconocer los datos proveídos por la ciencia sobre problemas reales (como el cambio climático) y actuar en consecuencia. Acciones como el control de los medios, la construcción de traidores y enemigos y la aceptación de teorías conspirativas demostrarán la incapacidad de los liderazgos futuros.
Inspírate con más conversaciones de pensadores contemporáneos
El futuro es incierto, pero has comenzado a construirlo desde estos instantes. Y si lo haces con información actual y oportuna, ¡lo transformarás positivamente!
Por eso, hemos preparado tu acceso a los contenidos completos de la conversación entre José Antonio Fernández y Yuval Noah Harari y el resto de las que tuvieron lugar durante la Reunión Anual de Consejeros, en que pensadores como Anne Applebaum, Thomas Friedman, Ernesto Zedillo, Pablo Legorreta y Bertil Andersson discutieron sus últimas ideas sobre temas como futuro, sostenibilidad, democracia y sociedad.
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