El tiempo ha demostrado que el empoderamiento femenino es vital para el crecimiento económico, político y social de todas las naciones. Por eso, de cara al Día de las Madres, es importante tomar conciencia sobre la importancia del talento femenino en una organización y en todas las áreas de la vida.
“Hay personas que aún se sienten amenazadas por una mujer fuerte, pero ese es su problema, no el mío”. Esta frase, de la célebre abogada estadounidense Gloria Allred, ha sido utilizada frecuentemente para aludir a la lucha por la equidad de género.
Hasta 2020, las mujeres representaban el 39.1% de la fuerza laboral en el mundo, de acuerdo con cifras del Banco Mundial. En México, según el INEGI, 22.8 millones de mujeres forman parte de la población económicamente activa, lo que equivale al 44% del total.
Pero la lucha por la equidad de género es particularmente un asunto familiar. En 2019, 7.4 millones de madres mexicanas de entre 15 y 49 años eran trabajadoras subordinadas y remuneradas, aunque solo el 20% contaba con prestaciones de guardería y cuidados maternos, según información recopilada por la revista Líder Empresarial. La pandemia, con el cierre de las escuelas y la reducción de las actividades públicas al entorno hogareño, complicó aún más la disparidad: en 2020, 23.3 millones de mexicanas declararon no estar disponibles para trabajar por atender otras obligaciones, según cifras de Forbes México. Evidentemente, en la lucha por alcanzar el equilibrio laboral, la maternidad siempre ha sido uno de los aspectos más complicados.
¿Cómo construir un equilibrio social que consolide el desarrollo de las mujeres profesionistas y les dé herramientas para no descuidar sus objetivos personales vinculados a hijos y familia? ¿Cómo puedes tú, si eres madre y trabajadora, alcanzar esa misma simetría en tu vida?
En México, 22.8 millones de mujeres forman parte de la población económicamente activa, lo que equivale al 44% del total
Alcanzar el éxito en todos tus ámbitos
Comencemos por lo macro: frente a la disparidad sistémica a la que se enfrentan las mujeres emprendedoras, empresarias y trabajadoras en pleno 2022, es imperioso que Gobiernos, empresas, instituciones y la sociedad en su conjunto generen las condiciones para potenciar la participación femenina en todos los ámbitos de la vida pública y privada.
Ahora vamos al plano personal. El éxito, de acuerdo con la Real Academia Española, es el resultado feliz de un negocio, actuación o acción, no precisamente relacionado con la vida profesional.
Entonces, para alcanzar su éxito personal, entendido en su profesión pero también en su escala familiar, las madres trabajadoras se enfrentan cada día a grandes disyuntivas. Tú lo sabes: la presión social genera pensamientos cargados de prejuicios y culpas, como “no puedo trabajar y cuidar bien a mi familia”, “para ser exitosa debo dejar de lado a mis seres queridos”, “el trabajo no remunerado no cuenta como éxito”, entre otras aseveraciones que implican un gran peso e impiden visualizar el equilibrio laboral y emocional.
Para que camines hacia tu desarrollo pleno, liberado de toda carga, aquí te presentamos algunos consejos:
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Expresa claramente tus necesidades
Comunícalas de forma asertiva. Comparte con tu círculo familiar y profesional la forma en la que pueden contribuir a tu desarrollo. Tal vez esto requiera manos extras de tu lado, pero está bien porque no eres la única responsable del cuidado de tu familia: delega de manera equitativa estas responsabilidades.
En tu entorno profesional consigue acuerdos que permitan liberar presión. Si eres líder empresarial, plantéalo a tus subalternos; si tienes líderes, señálaselos con claridad. Identifica y defiende tus “no negociables”: la hora de cese de actividades, tu apagón tecnológico por las tardes. Negocia permisos y facilidades que, de acuerdo con la ley, tienes derecho a recibir (recesos por lactancia, permisos pre- y postnatales, facilidades para hijos en edad escolar, etcétera).
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Establece límites
No solo manifiestes tus requerimientos: esfuérzate por respetarlos de tu lado. Las rutinas sirven para aprovechar el tiempo al máximo. Aprovecha tanto como puedas tus horarios laborales, e inicia y termina tu jornada en tiempo y forma, de acuerdo con los compromisos establecidos desde el inicio de tu contratación. Cumple, como cualquier trabajador, pero defiende con esa misma garra tu desconexión, tus horas no disponibles. Si el trabajo no sale de tu mente, perderás muchos momentos importantes en tu vida familiar y te alejarás del equilibrio laboral.
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Jerarquiza tus actividades
Identifica las tareas que requieran todo tu esfuerzo y atención, y delega las que puedan ser realizadas por alguien más. No eres una máquina incansable e infalible: la ayuda de tus aliados (identifícalos y establece sistemas de intercambio con ellos, de tiempo o de recursos) es fundamental para no sobrecargar tu mente, cuerpo y espíritu. Recurrir a otros y priorizar lo personal también contribuyen al equilibrio y el desarrollo.
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Administra tus tiempos
De nada sirve engañarte y creer que tienes tiempo para todo. Acepta con gratitud que, aunque el día dura veinticuatro horas, no puedes permanecer despierta y trabajando en todo momento. Tras jerarquizar y delegar actividades, sé realista con tus tiempos y atiende lo que esté dentro de tus posibilidades. El tiempo es administrable, pero no infinito ni milagroso. Solo horas de calidad con cada área (familia, trabajo, vida de pareja) las nutrirán. Recuerda que el que mucho abarca, poco aprieta.
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Aprende a decir que no
La palabra “no” parece estar prohibida para las mamás. Socialmente hay una presión insalubre respecto a su disponibilidad y actitud: deben estar siempre presentes para sus hijos y su familia, alegres y lúcidas. Libérate poco a poco, con palabras de aliento para ti misma, de modo que dejes de aceptar estas responsabilidades devenidas de un falso sentido del deber, tanto para el trabajo como en casa. Hacerlo permitirá que acerques al equilibrio laboral y ayudará a que las personas a tu alrededor también crezcan (nada educa tanto como el ejemplo y la actitud).
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Aparta tiempo para ti misma
Definitivamente no podrás hacerlo igual que cuando estabas soltera o sin hijos, pero el trabajo y la familia no lo son todo. Tienes una existencia e identidad independientemente de ellos, y en la medida de las posibilidades aprovecha los momentos disponibles para ti; delegar y administrar tus horas ayudará a encontrar estos espacios, y no es culposo recurrir a otros para regalarte un par de horas a ti misma. No importa qué te haga feliz, hazlo: practica tu deporte, medita, lee, ve una serie o película sin interrupciones. Consiéntete, esto también te ayudará a estar mejor para otros (si es que eso te preocupa de manera particular).
Sabemos que tal vez de inicio sea complejo o hasta impensable implementar estos consejos en tu vida. Sin embargo, visualiza cómo tu compromiso contigo misma a través de su seguimiento retribuirá a tu vida y la de los tuyos. Tus hijos y familiares también se benefician de admirar en ti a una persona que se desarrolla y alcanza el éxito siendo humana y vulnerable, probando y cometiendo errores, involucrándose con ella misma y esforzándose por el equilibrio.
Acepta con gratitud que, aunque el día dura veinticuatro horas, no puedes permanecer despierta y trabajando en todo momento
¿Y qué hay de las mujeres emprendedoras?
La fuerza laboral femenina no solo está buscando equilibrio en los organigramas: también está representada por grandes mujeres emprendedoras que construyen sus propias visiones y las lideran.
De acuerdo con información del INEGI, hasta 2018 existían en México 1.6 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos liderados por mujeres, que daban empleo a 2.9 millones de personas, la mayoría mujeres, lo que deja ver un claro impulso al talento femenino. El futuro presenta grandes retos y, aunque el camino todavía es largo, existe la certeza de que las mujeres son un factor de cambio fundamental en nuestro país.
Si los retos para una mamá trabajadora empleada son mayúsculos, para una que elige el autoempleo y el emprendimiento son muy distintos, si no es que mayores. La administración del tiempo, los recursos económicos y la energía personal corren totalmente por cuenta de ella, y el resultado puede ser agotador. Hablar de esto es importante para que la sociedad reconozca el rol de las madres emprendedoras y empresarias no solo en la construcción de núcleos familiares sólidos, sino también su contribución a la solidez económica nacional y mundial.
Desde la fundación del concepto de familia, las mujeres han desarrollado el rol de grandes administradoras. Su paso a la esfera laboral, después del siglo XIX, ha supuesto su aportación de esa misma capacidad a áreas más allá de sus familias. No permitas que las presiones te hagan creer que el equilibrio no es posible para ti, porque estás parada en hombros de otras gigantas que pudieron hacerlo (incluidas tus ancestras). Prioriza tu plenitud en equilibrio, mamá. Lo mereces.
FUENTES
1. ¿Cómo balancear la vida entre trabajo/familia? - Mamás al Rescate
2. Equilibrio en la vida laboral: consejos para recuperar el control - Mayo Clinic
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