Impulsando el cambio a través de la responsabilidad social

Los verdaderos cambios sociales se generan con pequeñas acciones individuales. Te presentamos estas acciones de responsabilidad social para comenzar a aplicar en tu vida cotidiana desde hoy.

Respondamos con honestidad, ¿cuántas veces hemos pensado que algo debe cambiar o mejorar en nuestra comunidad, localidad, incluso en el país, pero nos quedamos sin hacer nada al respecto?

Esto ocurre, sobre todo, por no confiar en que una sola decisión que tomemos puede marcar el ejemplo para otros e impactar significativamente. Sin embargo, la responsabilidad social es la diferencia entre ser espectador y poner manos a la obra, es el compromiso que tenemos como miembros de una sociedad para preservar, mantener u optimizar las condiciones de nuestro alrededor

La participación enriquece y alimenta a todos los grupos sociales, ya sea el núcleo familiar o comunidades enteras, pues permite establecer reglas, darle solución a problemas y conflictos de intereses, mejorar entornos y, sobre todo, propiciar la sana convivencia. Países como Japón o Australia la incluyen dentro de su estrategia de gobierno, y han logrado grandes beneficios: mejores procesos democráticos y accesibilidad de espacios para personas con discapacidad, por ejemplo.

La responsabilidad social individual impacta en las decisiones colectivas, pero, además, enriquece la vida de las personas que emprenden acciones en pro del entorno. El cambio puede provenir desde pequeñas acciones cotidianas, que no requieren de gran tiempo ni recursos, simplemente exigen compromiso y empatía: actos de voluntariado, el cuidado del medio ambiente, donaciones y hasta la cordialidad hacia los otros, benefician sustancialmente.

Acciones cotidianas con gran impacto

Una acción con responsabilidad social puede ser el inicio de una cadena de buena voluntad, que impacte e inspire a nuestro entorno directo e indirecto. Implementar la generosidad en nuestra vida es un camino lleno de recompensas emocionales, pero, como sabemos que el primer paso puede ser complicado, te compartimos algunas recomendaciones para iniciar:

Lo primero es conocer las dificultades que enfrenta tu entorno directo: familia, amigos, vecinos…
Realiza acciones pequeñas, dentro de tus posibilidades. No trates de arreglar el mundo en un día.
Involúcrate con iniciativas que se alineen a tus gustos e intereses. Puedes recurrir a asociaciones sin fines de lucro con buena reputación y proyectos consolidados.

Estas prácticas sencillas, pero poderosas, pueden hacer una gran diferencia y, lo mejor: ¡puedes convertirte en un agente de cambio!:

Cuidado del ambiente

Separa residuos, recicla, disminuye tu consumo de plásticos de un solo uso y comparte el auto o reduce su uso.

Apoya el comercio justo y local

Optar por comercios locales aumentará el flujo de capital de tu localidad, y si a esto sumamos la elección de propuestas de comercio justo, el impacto será expansivo.

El poder de la comunidad en la responsabilidad social

Bien dicen que el juez por su casa empieza y, en este caso, tras implementar acciones individuales, es momento de participar en el colectivo. Colaborar en proyectos comunitarios te permite involucrarte directamente en la mejora y el mantenimiento de tu colonia o localidad.

Recuerda que la participación activa es el camino al desarrollo comunitario. Estas son algunas ideas de participación comunitaria con acciones de responsabilidad social. Es relevante recalcar que el objetivo primordial debe ser el bienestar colectivo y no imponer agendas o intereses individuales.

Voluntariado comunitario: generar o participar en programas comunitarios enfocados en limpieza o embellecimiento de espacios, educación, deporte, cultura, apoyo a personas mayores o desfavorecidas, son solo algunas opciones.
Participación cívica: el primer fundamento de una cultura democrática es la participación. Colaborar en debates públicos sobre temas cívicos te permitirá influir en la toma de decisiones en tu comunidad.
Donación de tiempo y recursos: organizar o participar en colectas con objetivos comunitarios específicos permite llevar a cabo proyectos de mejora o apoyo a personas vulnerables.
Promoción de hábitos saludables: el deporte y los buenos hábitos alimenticios mejoran la salud. Puedes organizar jornadas deportivas y educativas sobre estos temas.

Transformando la sociedad a través del Voluntariado en el Tec

La ayuda mal enfocada limita el impacto social de cualquier iniciativa. Una forma de garantizar que tu tiempo, recursos y talentos estén bien dirigidos, es por medio de organizaciones de gran reputación y trayectoria de ayuda para garantizar que los recursos (de todo tipo) lleguen realmente a quien los necesita.

Este es el caso del Tecnológico de Monterrey, tu alma mater, una Institución académica que incluye en sus valores la innovación, integridad, colaboración, empatía, inclusión y ciudadanía global. Este último valor permite el entendimiento de problemas humanitarios y la generación de soluciones para los mismos.

Con base en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el Tecnológico de Monterrey ha desarrollado una iniciativa de voluntariado para toda la comunidad EXATEC. A partir del talento, la generosidad y los conocimientos de sus egresados y egresadas, dejan huella permanente en diversas asignaciones, como:

Misiones rurales: contribuir en la mejora social y espiritual de comunidades alejadas de la urbanidad.
Guerreros en la vida y en la cancha: mejora de comunidades por medio de la práctica deportiva, ofreciendo educación preparatoria y a nivel carrera profesional/técnica a través de la práctica de fútbol americano.
Banco de alimentos: iniciativas que se suman activamente a bancos de alimentos, brindando comida a familias y comunidades con inseguridad alimentaria (falta de acceso o imposibilidad de comprar suficientes alimentos o suficientes alimentos nutritivos para la salud y bienestar general de la persona).

Estas son solo algunas de las actividades realizadas a través del Voluntariado EXATEC, una oportunidad para devolver a la vida, las oportunidades que nos ha brindado. Los cambios transformadores no se dan de un momento para otro, requieren de trabajo duro y de un alto nivel de compromiso. ¿Estás listo para influir positivamente en nuestra sociedad y planeta?