Habilidades para un nuevo mundo. ¿Las tienes?

Nadie lo vio venir: la pandemia del coronavirus nos tomó a todos por sorpresa y cambió nuestro mundo. Pero ya sabes lo que dicen: si la vida te da limones... Entonces, ante un mundo tan modificado, ¿cómo aprovechar los cambios para crecer? ¿Qué habilidades debemos fortalecer para seguir vigentes en el nuevo medio laboral del futuro?

El impacto del COVID-19 no solo puede medirse por la cantidad de contagiados que ha provocado, sino también por el resto de sus consecuencias de distinto tipo. Piensa, por ejemplo, en las modificaciones que ha traído a nuestra manera de comprar, ahora orientada al comercio electrónico (¿o no haces ahora más compras en línea que antes?).

Sin embargo, más allá de los indicadores económicos o de salud, el desafío más importante es que nos encontramos ante un mundo que ha cambiado su forma de relacionarse y llevar a cabo la mayoría de las actividades que ejecutaba hasta la pandemia. Esto incluye trabajar. Un mundo diferente, un mundo nuevo y cambiante.

Los nuevos entornos, definidos como VUCA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos), suponen que nada permanece, nada ofrece respuestas concretas. Hoy se anuncia un regreso a actividades económicas y mañana todo un continente, como está pasando con Europa, vuelve a sufrir toques de queda para evitar los contagios. Suena caótico e imposible de abordar, ¿verdad? Por eso, es oportuno recordar aquel proverbio chino que dice: “Donde unos lloran por la crisis, otros ven la oportunidad de vender pañuelos”. ¿Cómo crecer en una crisis del mundo como la que enfrentamos? Tal vez, entre otras habilidades, la adaptación sea la clave, ¿lo has pensado?

Habiendo observado los retos que vivimos, pensemos ¿qué podemos decir de las nuevas oportunidades que ofrece un mundo con cambios? ¿Dónde están esas oportunidades? ¿Qué debes hacer para adaptarte y aprovecharlas?

Donde unos lloran por la crisis, otros ven la oportunidad de vender pañuelos

Más allá de las herramientas

Hace no mucho tiempo, pensar en tener una videollamada era pensar en Skype. Y era algo ocasional, no suponía una actividad que hicieras todos los días, ¿cierto? Debido al confinamiento, que nos ha obligado a trabajar desde casa, hoy conocemos muchas otras plataformas que ofrecen servicios similares, como Zoom, Teams, BlueJeans, Cisco Webex y Google Hangouts.

¿Cuánto tiempo tardaste en adaptarte a estas nuevas herramientas? Empezamos a usarlas por necesidad y, aunque muchos no lo tuvieron fácil al principio, nos hemos convertido en expertos en ellas, ¿no? Hasta nos damos tiempo de orientar en su uso a nuestros papás, compañeros de trabajo y abuelitos. ¿Y dirías que aprender estas tecnologías ha sido tu mayor reto este año? La verdad es que no: la adaptación al cambio en general ha sido un reto mayor para todos, más allá de las aplicaciones y tecnologías.

En la década de 1970, se empezó a utilizar un término que recientemente ha cobrado especial relevancia en el mercado laboral: las soft skills, o habilidades blandas, son una combinación de capacidades que tienen como eje las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo. Se contraponen a las hard skills, o habilidades duras, esto es, los conocimientos adquiridos durante el periodo de formación y experiencia profesional.

Aplicados a los nuevos entornos, algunos ejemplos de soft skills que tenemos que desarrollar son:

Comunicación. El profesional de los entornos VUCA debe ser asertivo y transparente, de modo que pueda compartir con claridad metas, objetivos y retos a sus equipos de trabajo, así como orientar soluciones y motivar actitudes.
Adaptación al cambio. Un nuevo mundo requiere la capacidad para modificar nuestras actitudes y metas de manera constante. Esto no implica renunciar al establecimiento de objetivos, sino ser capaces de delinearlos flexibles y autogestivos, reorientables según se modifican los entornos (y ser también nosotros así, flexibles, autogestivos, etc.).
Resiliencia. La palabra de moda: el profesional de los nuevos entornos debe ser capaz de recuperarse pronto de los fracasos y caídas y aprender de ellos. Va más allá de ser fuertes: se trata de moldearse constante y velozmente a partir de las recuperaciones.
Proactividad. Atrás quedaron los tiempos en que los trabajadores esperaban órdenes de sus superiores y las ejecutaban al pie de la letra, conforme el manual. Hoy se espera que un profesional reaccione solo ante las circunstancias y tome decisiones acertadas por su propia cuenta, con inteligencia y responsabilidad, y motive para ello a sus propios equipos.
Actitud positiva. Aceptémoslo: las compañías no buscan colaboradores que estén enfocados permanentemente en “lo difíciles que están las cosas”. El mundo lo sabe, la compañía lo sabe, entonces ¿qué hacemos a partir de ello? Una actitud positiva permite a los equipos progresar hacia sus objetivos y a sus integrantes trabajar proactiva y dinámicamente, sin estancamientos y con apertura al futuro.

¿Viste el segundo bullet? ¿Cuáles otros de la lista dirías que tuviste que desarrollar este 2020? Te apostaríamos que todos, y en más de un área de tu vida.

Actualmente, las empresas dan la misma importancia a las soft que a las hard skills en los procesos de selección. Quien quiere ocupar un puesto debe tener ciertos conocimientos técnicos, por supuesto, pero también es fundamental que sepa adaptarse a la cultura de la organización. ¡Imagínate lo que sería de los profesionistas si no hubiéramos logrado adaptarnos al cambio al trabajo remoto este año!

Finalmente, también conocidas como future skills –por ser, justamente, un tipo de habilidades necesarias en un futuro que ya nos alcanza–, las soft skills han ido derivando poco a poco en un nuevo concepto: las power skills, o habilidades que empoderan. Como su nombre lo dice, la principal característica de estas habilidades es que fortalecen al individuo en su entorno laboral y como agente de cambio. Liderazgo, resiliencia, creatividad y pensamiento crítico caben en esta última clasificación.

La adaptación al cambio en general ha sido un reto mayor para todos, más allá de las aplicaciones y tecnologías

El currículum postcovid

Marc Prensky, conferencista, escritor y especialista en estrategias corporativas, publicó en 2015 el libro El mundo necesita un nuevo currículo. Habilidades para pensar, crear, relacionarse y actuar. En él, señaló que es necesario que los aspirantes a cualquier puesto cambiemos la forma en que presentamos nuestro currículum y, por ende, establecemos expectativas como empleados. Hoy deberíamos enfocarnos en habilidades que nos facultan para transformar el entorno y cumplir nuestras metas (y de paso, las de nuestra organización).

Ya el año antepasado, The Future of Jobs Report 2018, una publicación del Foro Económico Mundial, adelantaba las cinco habilidades más apreciadas por el mercado laboral del futuro:

Pensamiento analítico e innovación.
Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje.
Creatividad, originalidad e iniciativa.
Diseño y programación de tecnología.
Pensamiento crítico y análisis.

Vuelve a preguntarte: ¿cuáles adquiriste en tu carrera profesional?, ¿cuáles has tenido que desarrollar este año a partir del reto impuesto por la pandemia? ¿Cuáles otras consideras que te faltan por aprender y practicar?

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¿Qué dices? ¿Con qué te late que nos preparemos hoy para el futuro?