Un verdadero liderazgo emprendedor no puede estar enfocado solo en crear negocios exitosos, económicamente hablando. Quizá, como sucede con los superhéroes, dotados de un talento especial, todo empresario debería asumir una responsabilidad social. Aquí te compartimos tres historias que pueden inspirarte a mirar tu proyecto de emprendimiento desde una perspectiva social.
Imagina lo difícil que puede ser la vida para un niño con sordera. Tareas cotidianas como comunicarse con pares y adultos, manifestar deseos o incluso jugar pueden generar frustraciones que serían impensables para un niño sin dicha condición.
Gerardo Monsiváis, sordo de nacimiento, sufrió con inseguridad y tristeza las desventajas de dicha discapacidad frente a sus compañeros en el colegio, y su impacto en su óptimo desarrollo cognitivo, emocional y social.
Un emprendimiento transformaría la vida de Gerardo y le permitiría ayudar a mejorar muchas más. Después de aprender lengua de señas, a los 18 años, entró a trabajar como practicante a CEMEX. Ahí conoció a la EXATEC Rocío Garza Gutiérrez (ISI’97), con quien años después crearía Dilo en Señas, una aplicación móvil que ayuda a niños sordos a comunicarse y mejorar su calidad de vida.
En 2016, Rocío y Gerardo presentaron su proyecto en el programa televisivo Shark Tank México, con gran éxito: Rodrigo Herrera les ofreció ponerlos en contacto con instituciones que podrían apoyar el proyecto, Ana Victoria García puso a su disposición una beca para estudiar en su academia de negocios Victoria147, y Arturo Elías Ayub se comprometió a darles los $900,000 pesos que pedían, renunciando al 45% de las acciones que los emprendedores ofrecían a cambio, además de un sueldo acorde con sus expectativas y un fuerte empuje publicitario.
Tras haber recibido estos apoyos, las descargas de la aplicación se dispararon, posicionándose como un producto único en su especie (actualmente en actualización, volverá a estar disponible para descargas muy pronto).
Un emprendimiento transformaría la vida de Gerardo y le permitiría ayudar a mejorar muchas más
Superheroína por el bienestar
Desde su estreno en Estados Unidos, en 2009, Shark Tank ha permitido a los emprendedores que acuden al programa presentar su negocio frente a reconocidos líderes empresariales con el fin de conseguir su participación como inversores.
Igual que Gerardo y Rocío, Paula Rodríguez acudió a Shark Tank buscando quién quisiera inyectar capital en su negocio a cambio de un porcentaje de la empresa. También igual que ellos, había encontrado la manera de revertir una situación adversa y convertirla en una oportunidad de crecimiento personal y profesional.
Paula tenía solo 12 años cuando empezó a tener problemas alimenticios. Poco después fue diagnosticada con anorexia y, como parte de su tratamiento, le indicaron que debía preparar su propia comida.
Buscando opciones saludables, dio con la idea de crear una nueva versión de tortillas, no de maíz ni de trigo, sino de avena. Tan bueno fue el resultado, que decidió ofrecerlas en venta. Así, con apenas 16 años, y cada vez en mejores condiciones de salud, creó su propia marca, Savella, e inició su negocio.
Tras Shark Tank, donde obtuvo el respaldo de Carlos Bremen, Paula ha logrado aumentar las ventas de su producto y consolidar su marca. Su historia, como la de Gerardo y Rocío, es la de un emprendimiento que surge de obstáculos personales y puede mejorar las vidas de otros.
¿Son estos emprendimientos heroicos? ¿Cómo podemos construir el nuestro?
Paula había encontrado la manera de revertir una situación adversa y convertirla en una oportunidad de crecimiento personal y profesional
Una historia de pequeños superhéroes
Los emprendedores siempre han emprendido. Se trata casi de un espíritu, una forma de ser. Para muestra, dos definiciones. La primera, de alrededor de 1680: “Persona que paga cierto precio para revender un producto a un precio incierto, por ende, tomando decisiones acerca de la obtención y el uso de recursos, y admitiendo consecuentemente el riesgo en el emprendimiento”; esta pertenece a Richard Cantillon, un economista irlandés.
La segunda, más moderna, aparece en la Guía para el superhéroe emprendedor, escrita por Alberto “Al” Guajardo (IMA'03) y Jorge Luis Caballero (Louis Verne Caballero): “Alguien que tiene una idea y toma acción para verla nacer y hacer que crezca hasta convertirse en una empresa que genere algún beneficio económico o algún impacto social positivo”.
Esta segunda concepción del emprendedor, que ya lo actualiza a un enfoque social moderno, nos permite contarte la tercera historia. De niño, a Al Guajardo le tocó convivir con personas en situaciones de vulnerabilidad. Tenía nueve años cuando su papá, presidente de la Cruz Roja en su ciudad natal (Matamoros, Tamaulipas), solía llevarlo a botear para recaudar recursos para la organización en las filas del puente fronterizo a Brownsville, Texas. Esta experiencia le permitió entender que para muchos mexicanos es difícil mejorar sus condiciones de vida fuera de la pobreza, incluso con el paso de las generaciones.
Antes de la Guía…, narra en entrevista exclusiva para Blog EXATEC, “en 2016, inicié con unos amigos una organización llamada ‘Sí podemos’, a través de la cual colaboramos con el sistema educativo mexicano llevando un diplomado a primarias vulnerables de Matamoros. Queríamos sembrar en [los alumnos] una semillita que les permitiera salir adelante mediante herramientas tecnológicas: computación empresarial, redes sociales con fines comerciales, impresiones en 3D, realidad virtual, realidad aumentada y programación, entre otras”.
Luego de esa primera de impacto social, y ante las estadísticas de que ocho de cada diez emprendimientos truenan en sus primeros años de vida, Al Guajardo decidió buscar la forma de expandir conocimientos y sembrar el emprendimiento como una habilidad o inquietud desde la infancia, particularmente desde los 6 años.
La Guía del superhéroe emprendedor nació entonces como su segundo emprendimiento. Ha sido un éxito gracias a su posicionamiento sobre los siguientes ejes, explicados por el propio Al (¡toma nota para tu propio emprendimiento social!):
- Análisis previo (de empresas y oficios del futuro). “Vimos que en algunos de ellos, la probabilidad de éxito era mucho mayor (hasta en un 50%). [...] nos ayudó a determinar dónde había oportunidades laborales, profesionales y empresariales claras”.
- Ineditud y oportunidad de temas. “No existe nada similar en habla hispana ni en inglés. Les hablamos de la bolsa de valores, cómo planear su vida financiera para el retiro y que no dependan de la jubilación del Seguro Social o de que sus hijos los mantengan”.
- Desarrollo adaptado al público. “De manera amigable y lúdica, con diagramas, gráficas, buscando una lectura amena y sin rollos: cómo hacer un proyecto emprendedor en siete pasos al estilo Silicon Valley, cómo mejorar sus habilidades para hablar en público [...]; les damos doce pasos, muchos tips”.
- Objetivo social responsable. “Nuestra intención ha sido contribuir a la democratización de las oportunidades [...], que el emprendimiento no sea exclusivo para ciertos niveles educativos y socioeconómicos”.
Un pilón: características de los emprendedores
Al Guajardo nos comparte las que considera las principales características que debe tener todo emprendedor:
- Hacer todo con ética y valores. “No se puede ser un verdadero líder sin asumir una responsabilidad social. Como ya decía, es muy importante utilizar nuestros dones a consciencia”.
- Ser innovador. “Es fundamental para crear riqueza y propiciar el desarrollo del país. Esto conlleva mucha investigación y ejercicios de prospectiva”.
- Saber aprovechar los recursos tecnológicos.
- Cuidar los recursos. “Una empresa que cuida sus flujos y tiende al ahorro aumenta sus posibilidades de éxito”.
Pero, ¿qué convierte en social a un emprendedor a secas? Para el propio Al Guajardo, es un tema de responsabilidad: “Como egresados del Tec, creo que no solo tenemos la obligación de realizar nuestros proyectos con ética y valores, sino la responsabilidad de hacer algo por el país, de trabajar a favor de las próximas generaciones y mejorar el ecosistema [...] tenemos el privilegio de contar con muchos talentos. Llega el momento de aclarar qué hacemos con ellos”.
Por supuesto, el camino para el emprendimiento social no es sencillo: “Entiendo la situación económica: yo tengo una esposa y un hijo y no me puedo dedicar al 100% al emprendimiento social. Es difícil pedir al emprendedor que además de ser innovador, crear empleos y asumir todas las responsabilidades que implica ser empresario, debe contribuir socialmente con su país. Es complejo, pero hecho con ética y valores, el emprendimiento se vuelve muy necesario para México”.
Tus propios vuelos con capa
Los casos de Gerardo y Paula son solo dos ejemplos de emprendedores que han encontrado en sus propias historias la manera de consolidar un negocio y favorecer su crecimiento personal, pero también ayudar a mejorar las vidas de muchos con sus mismas dificultades. Como ellos hay muchos más, y una guía como la que publicaron Al y Luis, otros emprendedores, seguramente motivará a otros emprendedores sociales a seguir estos mismos pasos desde sus primeros años de vida.
Como ya decía el propio Al Guajardo, aunque fue pensada para que la entendieran niños de 6 años, la Guía del superhéroe emprendedor puede ser de gran utilidad para un adulto que desee iniciar su propio negocio y darle un enfoque social, y no sepa por dónde empezar ni cómo hacerlo. ¿Te reconoces en esto? ¡Ya sabes cuál debe ser tu siguiente lectura!
FUENTES
1.- ‘EXATEC en México y el mundo cambian historia de joven con beca' - TEC Noticias
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