Los EXATEC formamos una comunidad que incide positivamente desde muchos rostros, profesiones, identidades. Tenemos una historia de larga data trabajando en bien de personas y proyectos; nos preparamos permanentemente, innovamos. Para muestra, te compartimos tres ejemplos extraídos de un mosaico de celebración.
Todos tenemos una historia que contar. La del Tec es producto de un camino de trabajo y esfuerzo en bien de la educación de calidad. De formar profesionales comprometidos, que transforman las vidas de otros.
Ese camino es inimaginable sin las personas, y los EXATEC somos una pieza fundamental en ello. Nos integramos en comunidades y adquirimos con ellas un compromiso para proyectar e impulsar iniciativas económicas, filantrópicas, sociales, etc. También, nos preparamos continuamente para mejorar y ayudar a otros. Todo esto genera un impacto que extiende la misión de la Institución más allá de sus aulas y merece reconocimiento y difusión. Merece que nos celebremos.
La visión del Tec hacia el 2030 pone en el centro a la persona, por lo que no podemos imaginar una mejor manera de celebrar el impacto de nuestros EXATEC que a través de sus historias individuales. Ante la imposibilidad de narrar cientos de miles de biografías, en una época donde muchísimas narraciones circulan frente a nuestros ojos en redes sociales, medios tradicionales e internet, y donde solo las mejores, las más íntimas, son capaces de inspirarnos, hemos preparado TEC 75, un libro conmemorativo que celebra lo que somos mediante la narración de las historias de setenta y cinco egresados destacados que nos representan, inspiran y llenan de orgullo. Es apenas una selección, porque sería imposible contarlas todas, pero un procedimiento cuidadoso y detallado ha dado lugar a un libro cercano y emotivo. Un libro que es tuyo.
Queremos invitarte a esta celebración hecha libro compartiéndote un poco de tres de las historias contenidas en el material. Es apenas una muestra. Podrás encontrarlas todas en el libro. Spoiler alert, hallarás en ellas una constante: las vidas de nuestros EXATEC están llenas de giros inesperados e inspiradores con los que te identificarás y cuya descripción te motivará. ¡Tú también conócelas todas y celebra con nosotros!
No podemos imaginar una mejor manera de celebrar el impacto de nuestros EXATEC que a través de sus historias individuales
Con la mirada en las estrellas
Había una vez una niña que leía todo lo que caía en sus manos. Un día encontró en una revista un artículo sobre estrellas y constelaciones, y decidió que cuando fuera grande querría trabajar en algo relacionado con el espacio.
El sueño de Carmen Victoria Félix Chaidez no fue sencillo. Según relata en su inspiradora reseña, para llegar al cielo debió sortear dos grandes meteoritos: uno, llamado falta de dinero, y otro, elección entre mi sueño y mi pareja. Con esfuerzo, conseguiría recursos para ir a la International Space University, en Francia, a estudiar una maestría en ciencias espaciales.
A partir de ahí, construiría su propia carrera espacial en un ascenso progresivo que también narra en TEC 75: en 2009, era la única mexicana trabajando en la NASA, y hoy colabora en proyectos del Centro Espacial John F. Kennedy y del Instituto de Tecnología de Florida. Vive en Holanda, donde dirige el tema aeroespacial en el capítulo holandés de la Red de Talentos Mexicanos en el Exterior para la International Association for the Advancement of Space Safety.
También, participa en proyectos que incentivan que niñas de 13 a 17 años elijan carreras de ciencia y tecnología. Quién sabe, tal vez haya ahí alguna futura Carmen Victoria que al saber de estrellas y constelaciones quiera subir hasta ellas. Después de todo, diría Julio Verne sobre viajar a la Luna: “si lo puedes imaginar, lo puedes crear”.
Si te late, ahí es
Quizás, de niño, Guillermo Torre Amione tuvo una corazonada: debía fluir hacia aquel lugar donde podría hacer más con su conocimiento y su capacidad. Cada latido lo fue llevando a su profesión, primero como médico general y luego, tras cuatro años de investigación fundamental en inmunología, a obtener un doctorado en la Universidad de Chicago.
La historia de Guillermo, que encontrarás en TEC 75, permite recordar que los seres humanos tomamos con el corazón decisiones que cambian nuestras vidas. Tras especializarse en trasplantes e intervenciones en el Baylor College of Medicine, de Houston, y fundar el Laboratorio de Trasplantes en el Hospital Metodista en la misma ciudad, decidió que quería ser no solo un cardiólogo, sino un factor de mejora en la salud de su país, por lo que dejó su ascendente carrera en Estados Unidos y regresó a México, donde se ha convertido en una figura reconocida en la difusión de la salud pública, particularmente ante la pandemia del COVID-19 vivida este 2020.
La historia de Guillermo te inspirará por partida doble: es la narrativa de la construcción de un liderazgo exitoso, pero también un recordatorio de las cosas impresionantes que suceden cuando ponemos el corazón en lo que hacemos.
La historia de Guillermo permite recordar que los seres humanos tomamos con el corazón decisiones que cambian nuestras vidas
Encabezar un legado, decidir hacia el futuro
Las vidas de las personas están llenas de caminos y decisiones que las definen. Se espera que en ellas las alegrías y los desaciertos estén proporcionados, pero los pasos que damos, las puertas que abrimos y cerramos, las personas de las que elegimos rodearnos resultan determinantes en nuestras biografías. La reseña de Don Juan Francisco Beckmann Vidal refrenda esa importancia de las decisiones en la historia personal: aceptó coordinar las exportaciones de Casa José Cuervo, la tequilera mexicana con más de 220 años de existencia, propiedad de su familia, y más tarde pidió a su padre la oportunidad de dirigir la compañía.
Esas elecciones llevarían a don Juan, como él mismo narra en TEC 75, a enfrentar otras muchas que acabarían definiendo su carrera y su propio estilo de liderazgo frente al consejo de la empresa, siguiendo las enseñanzas de su padre que, permitiéndonos entrar en su propia intimidad, don Juan comparte en su semblanza.
Finalmente, tras una vida de decisiones tomadas, no sorprende la consolidación que don Juan ha alcanzado para la compañía. Como verás en su reseña, dicha solidez es producto de saber dar pasos certeros y buscar también el beneficio de los demás en aquello que elegía: hoy, Casa José Cuervo mantiene un acuerdo con el Tec para becar a jóvenes destacados en los Campus Guadalajara o Monterrey. Al final, la historia de don Juan nos recuerda que en el centro de lo que decidimos están también las personas y lo que podemos hacer por ellas con empatía y solidaridad.
Tu turno
Con el resumen de estos tres perfiles, hemos querido solo sembrarte la espinita. La historia del Tec es en mucho la historia de las personas que formamos parte de él. Narrar setenta y cinco de esas historias apenas hace posible asomarse a lo que somos como Institución y como comunidad de egresados. Además, el tiempo vuela, y ese lugar común nos permite entender que nuestra alma mater seguirá sumando perfiles de lucha y éxito, de profesionales comprometidos. Tal vez en cincuenta, setenta y siete o cien años, alguien arme otro mosaico como este y cuente tu historia. ¿Qué dices, te gustaría estar en él?
De momento, aquí puedes descargar o leer en línea el libro TEC 75 e inspirarte con la selección actual de perfiles. ¡Esta es nuestra forma de celebrarnos, y estamos todos invitados!
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