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    Leche, café y avena: tres historias extraordinarias sobre liderazgo

    Cuando en el horizonte se ven nubarrones, conocer las historias de otros que han atravesado dificultades y descubrir cómo pusieron a funcionar lo mejor de ellos mismos para superar las adversidades puede resultar inspirador. Y aunque todos compartimos rasgos naturales de liderazgo, cuando este se cultiva puede dar lugar a historias de vida extraordinarias.
     

    La palabra puede sonar pretenciosa, pero “extraordinario” significa solo fuera de lo común. Y si bien podríamos encontrar más ejemplos de personas que encajan en esa definición, hemos elegido tres cuyas historias te sorprenderán: Ana María Olabuenaga, Indra Nooyi y Howard Schultz. ¿Qué es lo que las hace únicas? ¿Cuáles hechos en sus vidas y características en sus personalidades las hacen sobresalir sobre el promedio? Aquí te lo decimos.

    1. CREAR PARA EL CORAZÓN (Y CELEBRAR CON UN VASO DE LECHE)

    En el medio publicitario se reconoce a la publicista y líder creativa Ana María Olabuenaga como la mente detrás de uno de los eslóganes que los mexicanos llevamos ya en nuestra identidad: "Soy totalmente Palacio". Sin embargo, antes de abrazar el éxito y convertirse en una líder de su industria, esta publicista tuvo que construir su propia legitimidad y ganarse el respeto de muchos en su ramo. ¿Cómo lo hizo? Al indagar sobre su vida personal —y sus campañas— encontramos un elemento clave: aprendió a trabajar la emoción como materia prima.

    Ana-Maria-Olabuenaga
    © Arturo Aguirre | Alto Nivel

    Ana María descubrió que “los mensajes deben apuntar al corazón de las personas, no a la oreja ni a la rodilla”. Con ello, logró que sus campañas resultaran memorables. Ella y su equipo han logrado poner en la mente (y en boca) de las personas lo que se siente beber cerveza, comprar el olor a nuevo o saborear un yogur de buena leche.

    El éxito del liderazgo profesional de Ana María, basado en su descubrimiento sobre la creación de mercadotecnia emocional, no ha sido en vano: su currículum incluye una considerable cantidad de premios y reconocimientos recibidos, además de que fue nombrada en el 2015 por la revista Expansión como una de las 100 mujeres más poderosas de los negocios.

    Ahora bien, el liderazgo de Ana María en su ramo profesional sería impensable sin una de las características personales más destacadas en sus biografías: la resiliencia.

    Casi todas las semblanzas que existen sobre ella relatan las dificultades por las que atravesó su familia –integrada por inmigrantes españoles llegados a México durante la Guerra Civil–, y cómo perdió su empleo en una revista de negocios por escribir un primer artículo “demasiado creativo”. También, como ejemplos de su resistencia a las caídas, sus reseñistas mencionan el hito que fue en su carrera asumir el liderazgo de Noble-D’Arcy, una empresa que se encontraba en bancarrota, y convertirla en rentable solo nueve meses después.

    Sin duda, todos estos triunfos en contextos adversos potenciarían los aprendizajes necesarios para que formara su propia agencia, Olabuenaga-Chemistri, y atraerían como cliente al exitoso lechero Grupo Lala, cuyas campañas serían un factor determinante para que terminara de crear su propio mito como experta en publicidad emocional.

    El liderazgo de Ana María Olabuenaga, surgido de su capacidad de sobreponerse a la adversidad, se ha enfrentado actualmente a un reto más: la conversión de la publicidad ante el mundo digital. Sabedora de la crisis por la que atraviesa la versión tradicional de su profesión, ha sabido adaptarse a esa nueva forma de hacer lo que sabe, e incluso ha abierto su propia consultoría especializada: HeartData (el nombre, ”Datos del Corazón”, hace total sentido con lo ya descrito).

    Además, si damos crédito a la preparación académica como elemento clave para la superación, Ana María destaca también en ese aspecto: cuenta con estudios en comunicación, letras y ciencias políticas, y un doctorado en sociología de las redes sociales digitales.

    Su historia, sin duda, ejemplifica cómo un líder sabe encontrar la forma de adaptarse a los cambios y crecer en la adversidad, priorizando la conexión humana como fuente de aprendizaje.

    El éxito de Ana María fue enfocarse en las emociones de las personas, más que en los atributos del producto

    2. EL CANTO DE LA SIRENA (Y CAFÉ SENCILLO, POR FAVOR)

    Howard Schultz es un empresario y filántropo de Estados Unidos. Presidente y consejero delegado de Starbucks Coffee Company, es, además, autor de cuatro libros relacionados con el tema de los negocios. Este hombre, que transformó el simple acto de beber café en una experiencia integral, fue víctima de su propio éxito, algo que resulta digno de contar.

    Howard-Schultz
    The Seattle Globalist © Business Insider

    Schultz empezó desde abajo: fue el primero de su familia en tener una carrera universitaria, misma que se costeó con préstamos públicos, trabajos de medio tiempo y una beca parcial por su buen desempeño como deportista universitario. Gracias a todo esto, pudo graduarse en comunicaciones, en la Northern Michigan University, para luego –años después– construir el emporio millonario que hoy es Starbucks.

    Más allá del ejemplo de crecimiento en la adversidad que es su vida personal, ¿por qué decimos que el mayor reto que enfrentó Howard Schultz fue su propio éxito? Schultz hizo de Starbucks una marca que inició con once tiendas y hoy rebasa las 30,000 en todo el mundo. Para ello, lo primero que hizo fue convertirlas en verdaderos centros sociales. Pero, seducido por el canto de las sirenas, conforme la compañía fue creciendo, dejó que la arrogancia se arraigara en todos los niveles de la misma, lo que provocó que esta perdiera el rumbo y olvidara que lo que vendía no era café, sino buen servicio con características específicas.

    El ejemplo de liderazgo de Howard Schultz puede tener aquí su punto culmen: lejos de dejar que la compañía se corrompiera más y más en su propia soberbia y siguiera perdiendo su objetivo, Schultz plantó cara al cambio de rumbo, para lo cual tuvo que volver a planear su estrategia. Para ello, adoptó como pilares para la empresa una serie de valores como la compasión, la curiosidad y la empatía hacia los demás. El compromiso con el servicio fue clave para transformar la compañía. Y lo logró. Desde ese enfrentamiento con toda una cultura organizacional, Schultz se ha dedicado a reforzar una cultura humanista en su empresa y responder a su misión —una persona, una taza y una comunidad a la vez—, lo que ha permitido a Starbucks expandirse y posicionar aún más su visión en todo el mundo.

    El liderazgo de Howard Schultz nos permite entender cómo un reenfoque de las prioridades organizacionales, guiado adecuadamente por un líder que ponga a su organización e integrantes por encima de sus propias satisfacciones, pero que además sepa sobreponerse a los retos y replantear ante ellos sus propias decisiones, puede cambiar la forma en que se comporta toda una estructura y mejorar las condiciones de sus integrantes.

    El compromiso de Schultz con el servicio fue clave para transformar la compañía. Y lo logró

    3. PREDICAR CON EL EJEMPLO (Y COMER AVENA ADEMÁS DE PAPAS FRITAS)

    ¿Cómo pasas de vender gaseosas azucaradas y frituras llenas de sal y grasas a productos con conciencia del bienestar sin perder tu esencia como compañía? Parece difícil, ¿cierto? Pues esto fue lo que Indra Nooyi, ex-CEO de PepsiCo, enfrentó durante su gestión al frente de dicha compañía.

    Indra-Nooyi
    PepsiCo | Forbes

    Por más de dos décadas, Nooyi creó estrategias para innovar en el portafolio de productos y cambiar las fórmulas de los que ya eran conocidos, acercándolos a una gama del mercado interesada por el bienestar y la salud en lo consumido. También, Indra intervino en la compra de Quaker Oats Company, transacción con la que PepsiCo obtuvo importantes ganancias y que le permitió hacerse de una compañía tradicionalmente ligada a productos más saludables. Ahora bien, ¿cómo logró todo esto?

    En una entrevista con David Galles, de The New York Times, Indra compartió la importancia del aprendizaje y la educación en su vida. Hija de una familia religiosa conservadora, su foco siempre fue estudiar y prepararse. En palabras de Indra: “Tenías que obtener por lo menos una maestría, y si lograbas el doctorado, mucho mejor. Yo decidí ser una nerd de otro tipo, escalando árboles, jugando críquet y tocando la guitarra; hice muchas cosas locas mientras estudiaba”.

    Indra cursó física, química, matemáticas y administración en su país natal, India. Al migrar a Norteamérica, fue admitida en la Facultad de Administración de Yale en 1978. Su condición de inmigrante —y vegetariana por religión, lo que dificultaba su acceso a alimentos en el nuevo país— la hizo padecer tiempos difíciles, pero supo tejer una red de apoyo con otros estudiantes para salir adelante. Finalmente, sobreponiéndose a toda condición desfavorable, se graduó de la Maestría en Administración Privada y Pública, en 1980.

    Luego, ya en la industria, su espíritu libre y educado fue capaz de hacer una diferencia y le ha permitido ejercer un liderazgo basado en la empatía, la escucha, la investigación y el análisis de datos. Así, pudo convencer a empleados, accionistas y consumidores de que PepsiCo podía cambiar su orientación comercial y ofrecer productos basados no solamente en el sabor, sino también en la nutrición y la salud. Todo esto estaba fundado en su propia experiencia personal sobre la alimentación y también sobre las relaciones interpersonales. Como ella misma lo dice: “la única forma de lograr el cambio es sentirlo en carne propia o nadie te creerá”.

    Desde ese liderazgo desarrollado a partir de su propia experiencia de vida, que le permitió lograr cambios sustanciales en la forma en que una compañía del tamaño de PepsiCo incidía en el mercado, Indra ejerce ahora como consejera en Amazon. Sin duda, se espera que su mismo modo personalizado de guiar a las empresas al éxito desde la noción del bienestar le permita ejecutar jugadas exitosas en el hoy líder del comercio digital.

    La historia de Indra Nooyi gira, entonces, en torno a un liderazgo basado en la identidad personal, lo que implica la construcción de una personalidad fuerte y preparada y la superación de obstáculos circunstanciales, como la nacionalidad o la ubicación geográfica.

    Indra supo hacer una diferencia al ejercer un liderazgo basado en la empatía, la escucha y la investigación y el análisis de datos

    Estas historias extraordinarias nos recuerdan que todos tenemos la capacidad de inspirar a otros si nos ponemos como meta la superación de retos y adversidades que toda vida humana conlleva. Y tú, ¿qué historia de liderazgo tienes para contarle a otros?

     

    FUENTES

    1.- Uno en un millón: Ana María Olabuenaga. - Cerveza Indio

    2.- Ranking: las 100 mujeres más poderosas. - Expansión 

    3.- Indra Nooyi´s Passions: People, Performance & Purpose At PepsiCo And Beyond. - Grant Freeland 

    4.- Indra Nooyi: I'm Not Here to Tell You What to Eat. - David Gelles

    5.- Ana María Olabuenaga: la mujer que imaginó el Soy Totalmente Palacio. - Ulises Navarro

    6.- Howard Schultz (nuestro CEO). - Starbucks Coffee Company 

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