Cerrar un ciclo e iniciar otro siempre es una buena oportunidad para replantearnos metas y cambiar hábitos. Y aunque lo más importante es el compromiso con nuestros propósitos, nunca está demás apoyarnos en la buena fortuna y en intenciones positivas.
Para cumplir con estos pequeños cambios nunca está de más tener un apoyo adicional y recurrir a la buena fortuna o las intenciones positivas.
En México nos caracterizamos por celebrar en grande. Las fiestas, tradiciones y rituales religiosos son, para muchos, motivos para agradecer y festejar por todo lo alto, y la celebración por el Año Nuevo no es la excepción. De hecho, desde tiempos prehispánicos se practicaban rituales de Año Nuevo por el cierre de un ciclo. Por ejemplo, los aztecas elaboraban una estatua de madera en honor al Dios del Fuego, Xiuhtecuhtl; mientras que los mayas hacían ayuno antes de empezar un nuevo año.
Las supersticiones también ocupan un lugar importante al momento de llevar a cabo ciertos rituales. De acuerdo con información del sitio web The Top Tens, México es el número 13 en la lista de países más supersticiosos del mundo. En este listado destacan la India, Corea del Norte y Japón, como los primeros tres lugares, mientras que Haití y Estados Unidos, con las posiciones 9 y 10, son los países del continente americano con puestos más altos.
Sin importar si eres religioso, creyente o supersticioso, en la fiesta de Año Nuevo todos participamos de los rituales, ya sea por simple convivencia familiar o para dirigir nuestras intenciones hacia un mejor año venidero. A continuación, te presentamos algunos de los rituales de Año Nuevo más populares; anímate a realizarlos este fin de año, en compañía de tus seres queridos:
Esta superstición de Año Nuevo nació en España, y consiste en comer 12 uvas durante las 12 campanadas que anuncian la medianoche. Cada uva representa un mes del año por venir y de lo que se trata es de pedir un deseo por cada uva. Eso sí: te recomendamos tomarlo con calma para no terminar en el hospital por atragantamiento.
Existen diversas versiones que explican el origen de esta tradición. La primera se remonta a 1909, cuando los productores de uvas de aquel país tuvieron un excedente y tuvieron la idea de comercializarlas como frutos de la buena suerte. Otra teoría se refiere a la costumbre burguesa de 1882 de comer uvas y tomar champaña durante la cena de Año Nuevo. Esta tradición fue replicada por la clase obrera como una manera de ironizar en contra de la clase más rica.
Esta tradición es un símbolo para la fiesta de Año Nuevo, además de responder al deseo de recibir el año con nuestras mejores prendas. Para otras personas, esta práctica se realiza como una forma de recompensa por el trabajo arduo realizado durante el año, mientras que para otras tantas, es un símbolo por el nuevo comienzo, representado con ropa que nunca se ha utilizado previamente.
Sin importar el motivo por el que decidas estrenar en Año Nuevo, anticipa tus compras para evitar los costos altos por la temporada. De esta forma, podrás recibir el año con tus mejores galas sin sufrir los estragos económicos en el mes de enero.
Este es uno de los rituales de Año Nuevo más populares en nuestro país, y su origen se remonta a la Edad Media, una época en la que estaba prohibido utilizar prendas de color rojo, pues se vinculaba con brujería y ocultísmo. La única opción que tenían quienes deseaban utilizarlo era en la ropa interior, que permanecía oculta. Actualmente, existe un amplia oferta de ropa interior de colores, y a cada uno se le ha asignado un significado en particular, según lo que deseamos atraer para el próximo año.
Encender el fuego de una vela o veladora es una forma de dar luz a los deseos o plegarias de quien lo práctica. Esta tradición comienza al bendecir 12 velas de distintos colores, representando cada una un mes del año. La llama debe ser encendida en los primeros días de cada periodo de 30 o 31 días.
Cada veladora tiene un color y un significado diferente: la roja simboliza pasión; blanca, serenidad; amarilla, prosperidad; rosa, armonía; naranja, energía positiva. Este ritual suele vincularse con la religión católica, en este caso, se incluye el depósito de tres monedas en una alcancía, en tributo a la Santísima Trinidad o Divina Providencia, para que nunca falte casa, vestido ni sustento en el hogar.
El ritual de llenar maletas de ropa y salir a dar una vuelta antes de que llegue el año nuevo es muy popular en nuestro país. Se tiene la idea de que quienes lo realicen viajarán mucho durante el año próximo. Aunque se desconoce el origen de esta tradición, se sabe que comenzó en América Latina y se expandió, principalmente, en Colombia y México.
Existen otras variantes para realizar este rito en caso de que no quieras que tus vecinos te vean. Basta con llenar las maletas con artículos relacionados al viaje y ponerlas en la puerta de tu casa, esperando lo mejor. Otra alternativa es pasear con tus maletas en todos los rincones de tu casa. El formato puede variar, pero lo importante es la convicción con la que esta acción se lleve a cabo.
Las supersticiones de Año Nuevo se extienden por todo el mundo. Muchos países cuentan con ritos muy interesantes para recibir el año. Estos son algunos ejemplos curiosos que quizá quieras aplicar:
Sin importar cuál sea la tradición, costumbre o superstición de Año Nuevo que elijas, comienza el nuevo ciclo con energía positiva, nuevas metas personales y profesionales, mejores hábitos, más sonrisas y, sobre todo, la mayor disposición para ser feliz.
Por último, si estás por llegar a los 60 años y deseas comenzar el 2023 con el pie derecho, te recomendamos darle un vistazo al artículo Salud y bienestar en los 60: la necesidad de adquirir nuevos hábitos, que publicamos previamente en este mismo espacio.
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The top ten most superstitious contries - The top tens
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