Tal vez ahora tus metas e intereses giren alrededor de conseguir un buen trabajo o mejorar tu desempeño en el que tienes. Palabras como “enfermedad” o “percance” te suenan lejanas. Sin embargo, la prevención de riesgos puede ser más importante de lo que imaginas y salvarte la vida.
Un lunes cualquiera, siente un dolor repentino cerca del ombligo. Le echa la culpa a algo que comió el fin de semana y no le da demasiada importancia. Poco después, las molestias se agudizan, empieza a preocuparse y busca al médico de la familia, quien le sugiere ir al hospital. En una clínica cercana, lo diagnostican con apendicitis y le dicen que debe entrar a quirófano cuanto antes. “¿Apendicitis? ¡Pero si apenas tengo 23 años!”. El doctor explica que la mayoría de estos casos se presenta en personas de entre 10 y 30 años de edad.
Por fortuna, Héctor cuenta con la ayuda de sus padres, quienes no dudaron en pedir un préstamo para solventar los gastos médicos, que rebasaron los 50 000 pesos. Todavía convaleciente, se pregunta qué hubiera hecho sin su apoyo, pues acaba de iniciar una carrera profesional y no tiene esa cantidad ni historial crediticio. Ahora deberá hacer un gran esfuerzo para poder pagar a sus papás.
Anabel, por su parte, el mismo lunes, vuelve a casa después de un día complicado en el trabajo. Aunque está cansada, siempre ha sido cuidadosa para conducir, pero una cosa es la responsabilidad con la que ella utiliza su auto y otra la forma en que manejan los demás. Acelera al ver el siga, sin advertir que, a su derecha, una camioneta se aproxima a gran velocidad. El impacto es inevitable y Anabel termina en el hospital.
A diferencia de Héctor, desde que Anabel empezó a recibir un sueldo, decidió invertir en un seguro de gastos médicos. Luego inició un plan de financiamiento para hacerse de un carro, y no dudó en asegurarlo. Hoy, que espera su alta para salir del hospital, y sabe que la aseguradora declaró pérdida total de su vehículo, se felicita por ese par de buenas decisiones que la han salvado de un problema económico mucho más grande.
Aunque Héctor y Anabel sean solo personajes de ficción, representan dos maneras distintas de actuar frente al riesgo a una temprana edad. ¿Tú con cuál te identificas?
Tal vez nunca hayas sufrido las consecuencias de un imprevisto como los de Héctor o Anabel, pero seguro conoces a más de una persona que sí se ha visto en este tipo de situaciones. Y en “imprevisto” cabe una enorme cantidad de cosas: un accidente automovilístico, un desastre natural, una enfermedad inesperada, un asalto, un tropezón en la calle… Este tipo de situaciones pueden acarrearnos serios problemas, no solo de salud, sino económicos. ¡Y todos estamos potencialmente expuestos!
¿Tienes coche o andas en uno, por ejemplo? Durante el 2021, en México se registraron más de 300 mil accidentes viales en zonas urbanas, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El dato cobra especial relevancia considerando que el país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial y el tercero en Latinoamérica en decesos por hechos de tránsito. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
¿Y sabes si la persona con la que viajas o tu propio vehículo están asegurados? Según cifras del proveedor de reaseguros: Swiss Re Institute, estima que el 69% de los autos registrados en México no cuenta con un seguro que lo ampare ante robos o accidentes vehiculares. Lo que lleva a México a ocupar el séptimo lugar a nivel mundial en vehículos no asegurados.
En cuanto a gastos médicos, poco más de 12.2 millones de mexicanos tienen esta protección financiera, de acuerdo con información publicada en El Financiero.
Hablando de seguros de vida, en 2021, la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera publicada por el INEGI identificó que los seguros de vida tan solo representan el 13.1% de la población de entre 18 a 70 años. Las principales razones de las personas para no obtener uno son: que los considera “muy caros”, “no los conoce y no sabe dónde solicitarlos”, “no los necesita”, o "no se los han ofrecido".
¿Es un tema de nuestra cultura? ¿Por qué las personas necesitan un seguro? Para Alan Amir Bustamante Ríos, Director de Operaciones de Seguros del Tec, uno de los principales motivos es que, a pesar de que no es un servicio que quieras usar, "brinda protección y respaldo para aquellos momentos que pueda pasar algún accidente o enfermedad".
El 69% de los autos registrados en México no cuenta con un seguro que lo ampare ante robos o accidentes vehiculares.
Entonces, ¿son o no necesarios los seguros a tu edad? ¿Se trata de un gasto o de una inversión conveniente para tu etapa de vida? De inicio, considera que, tengas los años que tengas, siempre necesitarás hacerte responsable de los gastos que surjan en tu vida. De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), un choque trae consigo un gasto promedio que va de los 25 000 a los 50 000 pesos, considerando únicamente el desembolso por lesiones.
En cuanto a la reparación del auto, los gastos varían según el modelo y la magnitud del daño, pero se podría hablar, en promedio, de 10 000 a 15 000 pesos por el servicio, más el costo de las refacciones y otros gastos, como las posibles multas y el servicio de grúa. ¡Y ni hablar de lo que pasa si, tocamos madera, en el choque sale herida otra persona!
¿Y cuánto tendría que desembolsar alguien que cuenta con un seguro? En lo que respecta a los gastos de reparación, solo el deducible, que oscila entre 5 y 10%.
Si toda esta información debe ser importante para la población adulta, también debe serlo para los jóvenes.
"¿Por qué los jóvenes necesitan un seguro?”, el Director de Operaciones de Seguros del Tec menciona que es una población con la cual se debe generar consciencia, tanto con los jóvenes como sus padres. Hablando específicamente de los jóvenes recién egresados, hay un momento en el que se encuentran en un “limbo” temporal, donde puede haber cierto riesgo o desprotección en el lapso de tiempo en que se gradúan e inician su vida profesional adulta. Lo anterior, sumado a que a partir de los 21 años el seguro que los ampara de manera natural por sus padres o tutores deja de funcionar.
La estrategia de los seguros que ofrece el Tec ha sido reeducar en el tema, así como brindar una oferta y beneficios por formar parte de la comunidad institucional: “lo que nosotros queremos es seguir brindando esta red de protección, seguir preocupándonos por nuestra comunidad, aún si son egresados”.
Si has llegado hasta aquí, tal vez te hemos convencido de la importancia de considerar un esquema de seguros en tu plan financiero personal. ¿Qué debes considerar al contratar?
Estos son los puntos que comparte Alan:
Dependiendo de estos tres puntos, una aseguradora podría trabajar en un traje a tu medida.
Considerar tu futuro también es un aspecto importante: ¿qué planes tienes para los próximos diez o veinte años? ¿Te gustaría formar una familia o poner un negocio? ¿Cómo quisieras protegerte y protegerlos? Pensar en el mediano plazo también te podría orientar respecto a qué seguro buscar para respaldar tus próximos proyectos, por si, tocamos madera, algún imprevisto sucede.
Después de todo lo que has leído, ¿qué eliges: ser como Héctor, ser como Anabel, o solo tocar madera?
Como EXATEC, actualmente tienes acceso a una oferta que incluye desde seguros de gastos médicos, seguros de viaje y seguros de auto, para obtener una red de protección con cobertura en cualquier parte del mundo, dependiendo de las características que adquieras de tu seguro.
Recuerda que los seguros que te ofrece el Tec suelen tener precios un 30% a 35% por debajo del mercado; es decir, que cuentas con precios preferenciales, y tanto tú como tu línea directa de familiares pueden adquirirlos.
También, es importante destacar que, si concluyes tus estudios en el Tec, tienes la posibilidad de prolongar la protección de tu seguro de gastos médicos mayores de estudiante, y así poder seguir usándolo con tu historial, incluyendo tus siniestros.
Podrás dar inicio al trámite de la continuidad de tu seguro durante tu último semestre de estudios. Conoce más información aquí.
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