Para conquistar nuestras metas, no solo en el ámbito profesional, sino también personal, nuestra atención no debe centrarse en evitar los tropiezos, sino en desarrollar la fortaleza y las habilidades para recuperarnos de estos con mayor fuerza y conocimiento.
“Si te caíste ayer, levántate hoy”, decía el famoso novelista británico, H. G. Wells. En la frase está implícita la salud emocional y una compleja red de acciones y actitudes que podrán comprender muy bien las personas resilientes.
¿Por qué es fundamental la resiliencia en nuestra vida? Esta cualidad nos permite ser flexibles ante situaciones difíciles y encontrar la fortaleza que necesitamos para sobreponernos, lo que nos conduce a un estado de bienestar emocional.
Sin duda, la resiliencia es un elemento clave cuando buscamos la felicidad, un estado al que podemos aspirar cuando logramos identificar nuestros fracasos y nos reconciliamos con ellos, como señalamos en el artículo Aristóteles y la felicidad. ¿Qué enseña la filosofía sobre ser feliz?, publicado en este mismo blog hace unos meses.
Las personas resilientes son capaces de ver las situaciones complicadas desde una perspectiva más optimista; y la vida, de una manera mucho más sencilla, incluso con humor. Además, suelen ser conscientes de que la adversidad es parte del trayecto y que esta nunca va a ser para siempre.
De acuerdo con una encuesta realizada por el portal psico.mx, México es el tercer país con más altos niveles de resiliencia en Latinoamérica. Las preguntas, realizadas a 3,000 personas, contemplan aspectos como la rapidez en la toma de decisiones, el individualismo al tomar acción, el nivel de satisfacción con la vida, el lugar que dan al trabajo y al placer, la necesidad de tener la última palabra en una discusión, el hecho de considerarse personas con altibajos emocionales y qué tanto demandan ayuda de otros.
Uno de los propósitos de esta encuesta fue constatar que la resiliencia no solo tiene que ver con cuestiones laborales, sino con nuestra salud mental y bienestar emocional para hacer frente a las dificultades que se nos presentan en la vida diaria.
México es el tercer país con más altos niveles de resiliencia en Latinoamérica.
Ser felices es uno de nuestros principales objetivos en la vida. Por eso siempre estamos en busca de lo que nos dé bienestar y nos permita sentirnos a gusto y satisfechos. Pero, ¿existe una clave para la felicidad?
En Vida social, clave para el bienestar en la plenitud, se nos habla sobre la importancia de establecer relaciones interpersonales de calidad. Para ello, será de gran ayuda adoptar hábitos asociados a las personas resilientes, tanto en la relación con nosotros mismos, como ante los demás. Estos son algunos de los más importantes:
Reconocen su potencial y sus límites: es importante saber reconocer las oportunidades en momentos de crisis, ya que es por medio del cambio que logramos aprender.
Practican la atención consciente o mindfulness: las personas resilientes viven el presente, no se dejan mermar por el pasado ni viven en constante preocupación por el futuro. Bien lo decía Bruce Lee: “Sé agua […]”, lo que significa que es mejor fluir con la vida en lugar de resistirnos a las diversas experiencias que vamos teniendo.
Son optimistas: esto no significa cegarse ante la realidad de las cosas, sino reconocer con qué contamos para hacer frente a la vida, pero enfocándonos en lo positivo, pues, al final, los momentos “negativos” no son eternos.
Se rodean de personas positivas: las personas resilientes saben cómo mantener una amistad y formar redes de apoyo.
No dejan que sus emociones los controlen: las personas resilientes suelen controlar las distintas situaciones que enfrentan; si fuera al contrario, solo se sentirían estresados. Ellas saben lidiar con la incertidumbre y aceptan con tranquilidad el hecho de no poder cambiar la realidad.
Aceptan el cambio: si bien las personas resilientes tienen claros sus objetivos, se muestran flexibles ante el cambio, aunque eso signifique tener que hacer ajustes a sus planes, considerando las alternativas sin cerrarse únicamente a lo que tenían en mente.
Saben cuándo pedir ayuda y no tienen empacho en hacerlo: las personas resilientes son capaces de recurrir a otros cuando lo necesitan, ya sean familiares, amistades o apoyo psicológico, si fuera el caso.
Tomando en consideración todo lo anterior, te invitamos a reconocer que tienes la capacidad y la fuerza para enfrentar cualquier obstáculo. Nunca olvides los logros que has alcanzado, pues es muy fácil sentirnos inseguros cuando algo no sale como queríamos; sin embargo, salir de nuestra zona de confort siempre puede dejarnos grandes aprendizajes.
Reconoce siempre que tienes la capacidad y la fuerza para enfrentar cualquier obstáculo.
Recuerda que tu experiencia es muy valiosa, que tú mismo eres muy valioso, y que saber adaptarnos a las circunstancias es parte de nuestra evolución. No desestimes las emociones consideradas “negativas”, como la frustración o el enojo ante una situación que no logras resolver; mejor intégralas y enfócate en trazar un nuevo plan.
Ser empático y sociable también te permitirá saber escuchar y aprender de los demás. Trabajar en equipo puede ser mucho más productivo que hacerlo en solitario. Las diferentes formas de pensar siempre nos nutren y permiten el nacimiento de nuevas cosas; explota tu creatividad y recurre a lluvias de ideas, aunque parezcan descabelladas pueden ser divertidas y, sobre todo, útiles.
Date la oportunidad de reírte frente a las adversidades y de seguir adelante, a fin de cuentas, ¡de eso se trata ser personas resilientes! Ten confianza en ti mismo y comunica tus inquietudes cuando las tengas; solo así podrás contar con el apoyo de otros y te sentirás reconfortado. Esto habla de una persona proactiva y capaz de inspirar respeto.
FUENTES
1. 12 hábitos de las personas resilientes - El prado psicólogos
2. Características e importancia de la resiliencia en la vida y el trabajo - APF Hábitat