Naces, estudias, trabajas, te jubilas, mueres. Este es el camino que siguen muchas personas, en gran parte por una especie de deber ser socialmente compartido. Pero, ¿es el proceso así de matemático? ¿Cómo asegurar una jubilación gozosa?
En realidad, para las personas actualmente cercanas a los cincuenta años de edad, la jubilación en México representa el momento perfecto para trazar nuevas metas y retomar los sueños que hicimos a un lado durante la edad productiva: descansar, viajar, experimentar algún hobby, emprender un negocio innovador o simplemente disfrutar de tu pensión.
Cualquier opción es válida, además de que se pueden combinar unas con otras. Tu vida te pertenece, y tu jubilación, entendida como los recursos económicos que cosechaste durante toda una vida de trabajo, te permitirán decidir por todo ello. Por eso, una primera recomendación camino a esa nueva etapa de tu vida es que tomes en cuenta tus circunstancias, metas y sueños, principalmente.
Además, con la apertura a más opciones de inversión o el interés por generar ingresos pasivos, hoy puedes buscar una jubilación anticipada, opción que amplía el tiempo posible para tus proyectos personales y sin tener que esperar a cumplir los 60 o 65 años.
Vista en toda su riqueza, tu jubilación es entonces mucho más que solo lo que sigue a “trabajas” en la cadena de la vida: tu retiro concede la apertura de espacios laborales a nuevas generaciones, ávidas de mostrar sus capacidades y talento, y si posees una empresa, también representa la entrada de ideas nuevas para la compañía por la que tanto has trabajado.
Para que hagas realidad todo esto, te presentamos una guía paso a paso para que tu proceso de jubilación si has trabajado en México sea más sencillo. El camino comenzó desde tu primer día cotizando en el IMSS y culminará justo con este trámite. Conoce los requisitos, semanas cotizadas, recursos y herramientas a las que puedes recurrir para alcanzar tu propósito de retiro.
Todos los trabajadores afiliados al IMSS o al ISSSTE antes del 30 de junio de 1997 tienen derecho a dejar de trabajar y acceder a una pensión o una remuneración, otorgada gracias a las aportaciones que realizaron durante sus años de labor. Para los trabajadores independientes, conseguir este beneficio es más complejo, ya que no existe el respaldo de una institución para este trámite y depende de la disciplina y búsqueda de orientación que por cuenta propia la persona haya orientado para generar un hábito de ahorro y la apertura de un fondo para el retiro en instituciones privadas.
Cada trabajador o trabajadora vive circunstancias particulares. Acceder a una pensión no significa que tengas asegurados los recursos suficientes para mantener tu nivel de vida actual por el resto de tus días. Para conocer el monto al que accederás, toma en cuenta el salario que tienes registrado y el monto al que ascienden tus aportaciones y las de tu empleador. Aquí puedes encontrar una calculadora oficial.
Existen dos tipos de pensiones otorgadas por el IMSS y el ISSSTE: las de cesantía en edad avanzada, que requieren que haber cumplido los 60 años, y las de vejez, que se otorga a los 65 años cumplidos.
Además de contar con el periodo mínimo de semanas cotizadas y años de afiliación, en el caso del IMSS, toma en cuenta que existen dos regulaciones aplicables, la primera fue establecida en la Ley del Seguro Social del año 1973, y la otra en 1997.
Si comenzaste a trabajar antes del 1 de julio de 1997, deberás cumplir 500 semanas cotizadas para poder solicitar una pensión. En caso de que comenzaras a cotizar después de dicha fecha, se requiere un mínimo de 1 000 semanas. En el caso del ISSSTE, se piden por lo menos veinticinco años cotizando.
Los requisitos adicionales para el régimen de 1973 son:
Causar baja en el Régimen Obligatorio de la Ley del Seguro Social.
No contar ya con trabajo remunerado (deberás renunciar).
Estar inscrito bajo el amparo de la Ley del Seguro Social vigente hasta el 30 de junio de 1997.
Estar vigente en sus derechos ante el instituto o dentro del periodo de conservación de derechos que prevé la ley.
En el caso del régimen de 1997, son prácticamente los mismos requisitos, con la única diferencia en el rubro relativo a las semanas de cotización, ya señalado.
Al cumplir 60 años, aun sin reunir el número de semanas requeridas, es posible retirar el saldo en una sola exhibición o bien seguir cotizando hasta alcanzar las 1 000 semanas. En este segundo caso, la recomendación es que asistas a una oficina del instituto para recibir asesoría personalizada, pues esto requiere características específicas.
En cuanto a la jubilación anticipada, es importante mencionar que, por cada año de anticipación, la pensión se verá afectada. El asegurado o asegurada se podrá jubilar si cuenta con los recursos suficientes en su cuenta individual, y contratar una renta vitalicia con una aseguradora y que el monto de las pensiones del IMSS o ISSSTE sean mayores 30% a lo que establece la pensión mínima garantizada, esto además del requisito de cubrir las semanas de cotización para el régimen.
Cuando llegamos a nuestra edad de plenitud, con la familia y otros proyectos ya encauzados y más tiempo para dedicarnos a nosotros mismos y premiarnos por nuestro trabajo, es el momento de consolidar una vida de éxitos y, ¿por qué no?, resarcir algunos tropiezos. La pensión por jubilación puede ser una gran impulsora de esto.
Recuerda que si aún estás en tu etapa laboral, además de las pensiones del IMSS o el ISSSTE, existen otras alternativas de ahorro para el retiro que puedes aprovechar y que incrementarían considerablemente tus ingresos tras tu cese de labores. Por ejemplo, los planes de inversión con seguro de vida, con los que puedes ahorrar desde 1 000 pesos, activados directamente desde tu cuenta bancaria. Además, su monto es deducible de impuestos.
Existen también los planes personales de retiro y los fondos de inversión o de capital privado. Incluso, fondos cotizados o ETF, a los que puedes acceder desde la Bolsa Mexicana de Valores con una cantidad mínima. Estas elecciones pueden cambiar tu vida al jubilarte, iniciar como un ingreso pasivo y después convertirse en la clave para tu libertad financiera.
Por otra parte, si tu plan tras el retiro es iniciar un negocio, puedes acercarte a diversas organizaciones, como la Asociación de Emprendedores Senior AMES 50+, el Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera o las iniciativas de INCmty, para recibir asesoría y capacitación.
Por todo lo anterior, la jubilación en México es una gran oportunidad para emprender proyectos y disfrutar de la vida con mayor libertad. Tú estableces las responsabilidades y compromisos que desees adquirir, teniendo en mente que se trata de un tiempo para disfrutar cada segundo y cumplir tus sueños. Si deseas acceder a una pensión, es momento de empezar a hacer planes para tener un retiro sin complicaciones. La mejor etapa de tu vida está tocando a la puerta, ¿le abrimos?
1. Paso a paso para tramitar tu pensión en edad avanzada - Infobae
2. Más vale que te olvides de la palabra 'pensión' - Dinero en Imagen
3. ¿Qué es y cómo tener una jubilación anticipada en México? - Expansión