Seguramente conoces aquella anécdota de la tradición oral sobre la persona que fue asesinada por una coma mal colocada (si nunca te la contaron, puedes leerla aquí).
Muy presente en nuestro idioma, la coma ha refrendado una y otra vez su carácter de imprescindible incluso en los nuevos lenguajes digitales, como los textos que publicamos en redes sociales, que tienden a la simplificación. ¿Por qué la coma sobrevive a cambios en el español cuando otros signos con menos suerte parecen ir en desuso, como el punto y coma (;) o los de exclamación e interrogación iniciales (¿,¡)?
Principalmente porque las comas permiten ordenar el discurso como ningún otro signo puede (ni los emoticones), ¡y un discurso ordenado es la base de nuestra comunicación escrita!
Por ello, y porque servimos a profesionistas de alto nivel, en Relaciones con Egresados cuidamos valernos adecuadamente de la coma para ordenar nuestras ideas al comunicarnos por escrito con los EXATEC a través de nuestros diferentes canales. También por todo esto, elegimos adherirnos a las mejores prácticas del uso de este signo en nuestro idioma, y aquí las recordamos.
La coma para separar listados
Si mencionamos varios elementos relacionados de manera seguida, es decir, en una misma línea o párrafo, utilizamos comas para separarlos:
Nuestro Regreso a Casa será para egresados que cumplen 5, 10, 15, 20 y 25 años de graduados.
La coma para separar ideas
La pregunta del millón: ¿puede haber coma después antes de "y"? ¡Sí!, en el caso en que lo que siga a esta conjunción pertenezca a una idea vinculada al tema del párrafo, pero distinta a lo enlistado o mencionado antes. Por ejemplo:
En este mismo caso, suele ser también común la utilización del punto y seguido para el mismo fin (un tip: en términos textuales, esta elección puede generar discursos más elegantes):
Para que esta elegancia tenga mejor efecto, se sugiere limitar su uso a cuando se trate de ideas distintas (al grado de que incluso bien podrían ser colocadas en párrafos separados).
La coma para eliminar ambigüedades
Como en la anécdota del hombre sentenciado a muerte, usamos la coma también como herramienta para marcar elementos textuales de modo que podamos evitar ambigüedad:
Así, la frase negativa:
No realizaremos el evento presencialmente.
Puede, gracias a una coma antiambigüedad, significar una confirmación de que el evento será presencial:
No, realizaremos el evento presencialmente.
O una aclaración de que el evento se realizará, aunque no presencialmente:
No, realizaremos el evento, (aunque) presencialmente.
Aunque el último caso sirve para representar la coma desambiguante, se sugiere buscar una construcción más directa, como: "Realizaremos el evento virtualmente".
La coma como paréntesis
También utilizamos la coma para hacer anotaciones del texto, vinculadas a lo que estamos diciendo, que si fueran eliminadas no alterarían el sentido de la frase en que son insertadas.
Por ejemplo:
El director, que estuvo muy al pendiente del evento, dio las palabras de despedida.
Prueba a eliminar la frase entre comas, ¿notas que el sentido de la oración se mantiene?
La coma para contextos y condicionales
Usamos coma entre las frases condicionales y sus elementos condicionados (si a, entonces b), y para separar las descripciones contextuales hechas al inicio de las oraciones.
Por ejemplo:
La coma para enmarcar grados o puestos
Entre dos comas, colocamos la mención de grados o puestos de personas cuando las referimos en un párrafo, incluso cuando conviven con datos de graduación:
Mariluz Parra (LAE'00), Directora de Emprendimiento en Mkt4U, menciona que...
¿Dónde no?: la coma entre sujeto y verbo
Sabemos que a veces hay sujetos oracionales que pueden ser muy extensos. Sin embargo, por más que estos se alarguen, no colocamos coma entre sujeto y verbo principal de la oración.
Por ejemplo:
Esto no aplica, por supuesto, para el caso de uso de coma como paréntesis, pues estas anotaciones realmente no forman parte del sujeto:
