Iniciar un negocio suena atractivo por los relatos que se cuentan sobre ser independiente: disfrutar la libertad de horarios, no tener jefe, seguir la pasión o revolucionar el mercado con algo innovador.
Además de esto, muchos emprendedores también han hecho énfasis en lo que necesitarás al emprender, como la perseverancia y el trabajo duro, y en otros componentes involucrados en la experiencia emprendedora que pueden hacer también una diferencia en otras muchas áreas de tu vida. Al final, emprender es mucho más que iniciar un negocio: es impulsar, visibilizar y mejorar tus propios sueños, gustos y necesidades, lo que tú eres como persona.
Así que, para ayudarte a asumir tu parte emprendedora con valentía, cedemos a nuestra propia curiosidad y exploramos contigo en esta ocasión algunas otras ideas sobre emprender, con la intención de que traces un mapa distinto en tu travesía emprendedora. Comenzamos con hablarte del llamado círculo dorado, al que agregamos cinco acciones que seguro inspirarán tus primeros pasos de emprendimiento y darán mucho impulso a la mariposa de tu curiosidad. ¿Estás listo para revolotear con nosotros?
“Investiga qué necesita el mercado —el usuario o el cliente— y atiende esa necesidad”. Este es un consejo frecuente en materiales sobre emprendimiento. Sin embargo, el mismo mercado suele ser el mayor verdugo de un emprendimiento cuando los emprendedores no consideran la viabilidad mínima de sus productos, modelos de negocio y otras validaciones, según menciona al periódico El Economista Isaac Lucatero Castañeda, Director Regional Ciudad de México del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera.
Por ello, vamos a tomar como punto de partida la pregunta ¿por qué quiero emprender? (why?), como propone Simon Sinek (2014) en su modelo del círculo dorado. Si nos preguntamos por el porqué en lugar de por el ¿qué emprendo? (what?) o ¿cómo emprendo? (how?), podremos considerar una ruta distinta al mercado.
Imaginemos que abre en el vecindario una nueva panadería. Los productos son el qué (panes) y el distintivo (orgánico, gourmet, natural o artesanal) el cómo. Ambos aspectos son fáciles de copiar, incluso están a la vista en otras marcas. Si preguntamos a los clientes del lugar (mercado), la lista de peticiones sobre lo que quieren puede ser muy extensa y compleja, o tan simple como un mejor precio. Definir qué realmente quiere el consumidor suele llevar a una guerra contra los competidores difícil de ganar.
Henry Ford solía decir que si hubiera escuchado solo al mercado, hubiera hecho un caballo más veloz en lugar de un auto. Si, en cambio, al emprender partimos de un propósito personal, se genera una declaración que implica un compromiso integral, algo como: “Hago pan porque busco compartir con la gente el alimento que me hace feliz (why?)”.
Desde esa pregunta-premisa, nuestra nueva panadería del vecindario no vendería pan, sino algo como pasión por compartir, y podríamos partir de eso para diseñar un modelo de negocio que responda a un objetivo así de sublime. Si logras conectar tu propósito con la necesidad real del mercado, estás listo para algo que puede trascender. Además, de acuerdo con Simon Sinek, la motivación emocional no solo nos hace únicos sino que nos mantiene firmes en tiempos difíciles.
Siguiendo las palabras de Juan León Pardo, Director del Centro de Innovación Empresarial y Financiera PymExporta del Tec de Monterrey Campus Ciudad de México: “No se trata de que el emprendedor haga una tesis antes de empezar, pero sí de que tenga claro el lugar en donde está parado y a dónde quiere llegar”.
En resumen, empezar con preguntarnos ¿por qué?, en vez de explicar qué o cómo, puede darle a nuestro negocio el espíritu emprendedor que necesita para destacar y permanecer en el mercado.
Si logras conectar tu propósito con la necesidad real del mercado, estás listo para algo que puede trascender
Siempre hay espacio para un competidor más en cualquier segmento; solo es necesario identificar qué necesidad no está siendo atendida. Tim Brown, CEO de IDEO, afirma que el mayor presupuesto suele invertirse en mejorar un producto cuando, a menudo, lo que más se necesita es mejorar el servicio, la logística o crear alianzas.
Un buen ejemplo de esto es Cornershop. El concepto de servicio a domicilio existía desde antes de que naciera dicha aplicación, sin embargo, sus fundadores usaron la tecnología pensando en ahorrarle tiempo a las personas en tareas rutinarias y solucionarle a las tiendas la distribución de la última milla, es decir, la distancia entre el último punto de distribución y la puerta del consumidor. Independientemente del entorno incierto respecto a su actual futuro financiero, Cornershop ha tenido éxito no porque creó algo nuevo, sino porque se enfocó en mejorar lo existente al proporcionar una nueva forma de comprar.
Aunque no todos los negocios pueden ser Uber, Amazon o Netflix, los emprendimientos sólidos y rentables (se trate de una tienda de cupcakes, una distribuidora o una consultoría) requieren las tres pes: pasión, persistencia, y también un plan de negocio realista.
Suele ocurrir que las personas piensan en abrir un negocio en función de lo que saben hacer —cocinar, diseñar, coser, pensar, etc.—, pero se declaran poco competentes para los números (por eso, piensan, estudiaron otra cosa y no matemáticas o economía). Sin embargo, los negocios también son eso: números. Si este no es tu fuerte, contar con un buen asesor financiero desde el inicio de tu diseño del modelo aumentará tus probabilidades de tener un emprendimiento exitoso. También, te recomendamos revisar los básicos de finanzas y negocios en guías como esta, de Educación Continua del Tec.
En este punto, puedes seguir los tres consejos de Warren Buffett: aprende contabilidad porque ese es el lenguaje de los negocios; invierte en ti, en tu desarrollo personal y profesional, para que puedas tomar buenas decisiones; y por último, piensa bien en qué vas a invertir tu capital.
“En el siglo XXI, habrá dos tipos de negocios: los que estén en internet y los que ya no existan”. Esta famosa frase de Bill Gates tiene más de una lectura. No se trata de desarrollar una app o vender a través de un sitio web, sino de entender la transformación digital como parte inherente de un negocio.
En estos tiempos de cambios constantes, las personas desarrollan rápidamente nuevos hábitos a la hora de comprar o recibir un servicio, y exigen que los negocios vayan a ese mismo ritmo.
En tu primer emprendimiento, asegúrate de que tu negocio sea parcial o totalmente digital. Por ejemplo, elige procesos administrativos, y sistemas de colaboración, de comunicación o distribución con un soporte digital, de modo que puedas dar una mejor respuesta a tus clientes.
Aprende contabilidad porque ese es el lenguaje de los negocios; invierte en ti, en tu desarrollo personal y profesional; y piensa bien al invertir tu capital
Una de las maravillas de la química es la forma en la que dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno se juntan para crear un tercer elemento, de donde surge la vida: el agua. En los negocios ocurre igual. Cuando se hacen sinergias con aliados de otras industrias o giros, se puede crear un tercer elemento que les proporcione a ambos un ganar-ganar.
Un ejemplo claro son las palomitas de Cinemex, que saltaron de la típica mantequilla y sal a sabores únicos, como galletas, chiles y botanas, mediante alianzas con marcas destacadas de esos productos alimenticios en México. Otro ejemplo menos conocido, pero igual de innovador, es Propymes de Ternium, en donde una verdadera sinergia entre quienes producen materia prima y la transforman crea una cadena de valor.
Si los clientes mezclan cosas que parecerían impensables para las marcas, ¿por qué los negocios no? Considéralo al arrancar tu emprendimiento.
Emprender no es cuestión de suerte, sino de preparación. Como sucede con los atletas de alto rendimiento, ganar no se trata solo de pasión y talento; también hay que entrenarse por horas, dejarse guiar por un buen coach, aprender a jugar en equipo y estudiar a los competidores.
Según el Centro de Consultoría e Innovación Empresarial y Financiera del Tecnológico de Monterrey, ocho de cada diez emprendedores pasan por alto evaluar a sus competidores. Esto sucede porque el empresario tiene una gran autoestima y se olvida de que existen otros actores en el mercado. Sin duda, es afortunado quien encuentra una idea a seguir, pero siempre necesitamos recordar que el éxito es multifactorial, y parte de él incluye la preparación con información confiable sobre los otros. Y tú, ¿ya sabes contra quiénes competirías?
Si necesitas mayor preparación antes de arrancar, puedes buscar cursos en la iniciativa México Emprende. También puedes acudir a un mentor, participar en el programa Tec Lean que organiza el Tec o consultar a los expertos del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera.
Si la curiosidad te ha traído hasta aquí, ahora recuerda que el aleteo de una mariposa puede tener impacto en todo el universo. ¿Estás listo para dejar volar tu curiosidad?
1.- 15 Claves para hacer crecer un negocio - Javier Daz
2.- Evolucionamos el concepto de incubadoras: ITESM - Patricia Ortega
3.- How great leaders inspire action - TEDx
4.- ¿Quieres emprender? 10 Tips para abrir tu negocio - Verónica Ortiz
6.- La esperanza de Cornershop está en la venta de acciones de Uber - Montserrat Valle
7.- 5 Consejos de Inversión de Warren Buffett - Gabriela Henriquez
8.- Las mejores frases de Bill Gates sobre empresas, negocios y gestión - Javier Díaz
9.- Potenciar a las pequeñas y medianas empresas - Ternium
10.- ¿Estás pensando en emprender? 10 pasos para hacer tu startup ideal - Adam Toren
11.- Cursos en la iniciativa México Emprende - México Emprende