La Inteligencia Artificial (IA) no solo llegó para quedarse, sino que está transformando nuestra manera de aprender, enseñar e interactuar. Pero, ¿sabes cuáles son las claves para aprovechar al máximo los beneficios de esta tecnología?
La inteligencia artificial es una de las herramientas tecnológicas más revolucionarias de nuestro presente. En el ámbito educativo, su aprovechamiento está reestructurando las formas de aprender y enseñar al ofrecer posibilidades de personalización y automatización sumamente notables. No obstante, con este panorama de nuevas oportunidades surgen también desafíos sin precedentes. En este artículo exploraremos las implicaciones de la IA en la educación y cómo puedes sacar partido de sus virtudes para impulsar tu carrera.
El impacto de la inteligencia artificial en el entorno de la educación presenta una innumerable variedad de aristas. Una de las más relevantes es la personalización del aprendizaje. A partir de la implementación de algoritmos de IA, es posible analizar los patrones de rendimiento y las preferencias de las y los estudiantes; lo anterior, con el propósito de generar planes de estudio, así como de evaluación, más personalizados, eficientes, atractivos y estimulantes. Esta comprensión del estilo de aprendizaje individual da paso a una revolución educativa en la que el acompañamiento del progreso estudiantil es más cercano que nunca.
Hablamos de una auténtica “analítica del aprendizaje”, como menciona el Dr. Héctor Ceballos, EXATEC y docente del Instituto para el Futuro de la Educación de Tec. Es decir, una reconversión educativa que propicia la creación de sistemas que verdaderamente se adaptan a las y los estudiantes, y que a su vez nos llevan a desarrollar modelos personalizados para alcanzar horizontes de aprendizaje cada vez más complejos.
Otra arista de gran interés es la automatización de tareas administrativas. La IA pone en manos de las y los educadores la capacidad de optimizar labores como la calificación de exámenes, el diseño de material educativo o la generación de reportes, todo para liberar tiempo y energía que les permita enfocarse en los aspectos vitales de su dinámica de enseñanza.
En la misma dirección, el uso de tecnologías basadas en IA, como la realidad virtual y aumentada, también tienen el potencial para hacer que el aprendizaje y la enseñanza sean un todo más interactivo y con un poder de inmersión de mayor provecho. Por eso, en suma, el nuevo modelo de enseñanza con base en la IA representa una mejora global de la experiencia educativa, y lo mejor es que la oferta de herramientas que tenemos disponibles es cada vez más extensa y sorprendente.
“A partir de la implementación de algoritmos de IA, es posible [...] generar planes de estudio, así como de evaluación, más personalizados, eficientes, atractivos y estimulantes”.
Toda herramienta revolucionaria trae consigo una serie de desafíos de los que es fundamental tener conciencia. En el caso de la IA en la educación, una de las mayores preocupaciones es que su adopción esté sustentada en principios de seguridad, responsabilidad y ética, tanto de educadores como de estudiantes.
Una inquietud muy particular es que el uso de la IA pueda replicar las problemáticas actuales de los sistemas educativos, como la discriminación y la desigualdad. Dado que esta herramienta modela patrones de comportamiento y se adapta a las condiciones de sus usuarios, su integración debe estar mediada por un criterio adecuado que abogue por la inclusividad, tal como está planteado en los principios éticos de la inteligencia artificial.
Otro de los puntos sensibles sobre este tema tiene que ver con la importancia del juicio humano en el proceso de aprendizaje por medio de la IA. Es esencial que exista una capacitación pertinente para que educadores y estudiantes sepan interpretar de forma adecuada las funciones, resultados y alcances de la herramienta.
En ese mismo sentido, se debe alentar la idea de que la IA es un complemento en el proceso de aprendizaje y no un sustituto. Ni la capacidad de pensamiento de las y los estudiantes ni la participación del personal docente deben verse comprometidas, pues la empatía, la comprensión y la conexión emocional son aspectos irremplazables, y el toque humano siempre será el factor preponderante para estimular un desarrollo integral.
"El panorama de nuevas oportunidades que se origina con la IA también hace surgir desafíos sin precedentes."
Para impulsar las ventajas que ofrece la IA en el entorno educativo, en el Tecnológico de Monterrey se ha creado el programa Inteligencia Artificial en Educación: descubriendo el Potencial, un curso de modalidad virtual con el que podrás adquirir un sólido conocimiento sobre la implementación de la inteligencia artificial en áreas estratégicas de la educación. Su objetivo es que aprendas a poner en práctica metodologías y herramientas en un caso real. Al completar sus ocho horas y cuatro módulos obtendrás una insignia digital con tecnología blockchain que te permitirá enriquecer tu currículum.
Por otra parte, en la Institución también se encuentra la iniciativa IFE Explora, un programa de incubación para emprendimientos educativos del Instituto para el Futuro de la Educación. Esta es la primera incubadora EdTech (abreviación en inglés de la industria “Educational Technology”) en Latinoamérica enfocada en generar soluciones innovadoras con alto potencial para reinventar la forma de educar y aprender mediante la tecnología. En sus cinco meses de duración, las y los participantes seleccionados recibirán capacitación y mentorías en línea para elaborar su idea de emprendimiento educativo. La convocatoria cerró el pasado 8 de mayo.
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" La IA es un complemento en el proceso de aprendizaje; el toque humano siempre será el factor preponderante para estimular un desarrollo integral."
La inteligencia artificial está dando pie a un mundo de posibilidades renovadas. En el ámbito de la educación esto viene acompañado de retos que nos invitan a reflexionar sobre cómo podemos integrar la tecnología de manera ética y efectiva para todas y todos.
Enriquecer nuestra experiencia educativa, entonces, está en nuestro poder. Por ello, sigamos explorando el potencial transformador de la IA al tiempo que construimos un futuro en el que la educación, la ética, la tecnología y la sociedad son los vértices que permiten impulsar nuestro progreso como seres humanos.
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