Cada vez que llega un año nuevo, renovamos esperanzas de que el ciclo que inicia traiga prosperidad. Pero, ¿qué hacemos para que eso se haga realidad, más allá de desearlo? Aquí una propuesta: convertir tus errores del 2022 en logros del 2023.
“Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que no conocía”, escribió alguna vez Maurice Maeterlinck, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1911. A fin de cuentas, ¿qué otra cosa es aprender, si no descubrir nuevas verdades? En otras palabras, podríamos decir que los errores son oportunidades de adquirir nuevos conocimientos y ganar experiencia.
Esto viene a cuento ahora que estamos iniciando un año nuevo. Cerrar un ciclo para empezar otro siempre invita a hacer un recuento y analizar lo ocurrido para, luego entonces, establecer nuevas metas a llevar a cabo en el periodo por venir. Bajo este entendido, ¿cuál sería tu balance sobre el 2022, en términos profesionales? Si tuvieras la oportunidad de cambiar algo, ¿qué sería?
Apoyémonos ahora en las ideas de un filósofo nacido en China, hace más de 2,500 años. “El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor”, señaló Confucio. Y si los errores son oportunidades para aprender y ampliar nuestros conocimientos, como decíamos líneas arriba, ¿qué podríamos decir sobre no corregir nuestros yerros y “volver a tropezar con la misma piedra”?
Dicen que el primer paso para solucionar un problema es identificarlo. Y, claro, pues… ¿cómo podríamos corregir algo que ni siquiera sabemos que está mal? La idea es que identifiques todas aquellas decisiones que tomaste y hayan traído consigo buenos resultados; sin lugar a dudas, es muy importante tener claridad respecto a las prácticas que han funcionado para seguir aplicándolas.
Pero tan importante, o más, es identificar las prácticas fallidas para poder aprender de ellas y no volver a cometer los mismos errores. Por eso esta vez te proponemos que pongas especial atención en las malas decisiones, en aquello que no dio los resultados que esperabas. Se trata, de acuerdo con las palabras de Confucio, de corregir errores y evitar con ello cometer otros de mayor magnitud.
Los errores son oportunidades de adquirir nuevos conocimientos y ganar experiencia.
Tal vez estés pensando que establecer propósitos de año nuevo es muy fácil, y que lo verdaderamente difícil es cumplirlos, pero no te preocupes, que este artículo está pensado para ayudarte a cumplir esas metas, así que toma nota:
Existen muchas razones por las que un resultado puede no presentarse como esperábamos, y es muy importante tomar en cuenta todos los factores que pudieron influir en ello, al hacer un análisis.
Trata de identificar qué fue exactamente lo que falló en esa decisión que te dejó insatisfecho: las acciones que se llevaron a cabo, la forma en que ocurrieron, el momento, las personas que intervinieron… las decisiones que tomamos como parte de una organización siempre tienen muchas aristas y es fundamental que trates de contemplarlas todas, solo así podrás saber qué es lo que hay que corregir.
El siguiente paso, luego de haber identificado las acciones a corregir, es definir un nuevo plan de acción, ya sea para contrarrestar los efectos negativos de la decisión anterior o, simplemente, para emprender un nuevo proyecto, viaje, plan.
Para conseguir tus propósitos del nuevo año, debes planificar tus metas y ser muy constante. Lo más importante es adoptar una actitud entusiasta, positiva y agradecida para valorar los aspectos buenos que tienes.
Muchas veces cometemos el error de no dimensionar correctamente la importancia de tener un plan de acción claro y detallado. Pero contar con esta herramienta es la base para desarrollar tres atributos que nos ayudarán en el cumplimiento de nuestros propósitos: constancia, para no perder el foco y persistir hasta alcanzar la meta; paciencia, para no perder la calma mientras llegan los resultados; y resiliencia, para resistir las adversidades.
Evita siempre las vaguedades: entre más específico seas al definir tus objetivos, mayor probabilidad tendrás de cumplirlos.
Los errores tienen una función y pueden ser muy útiles si dejamos de tenerles miedo y buscamos aprender algo de ellos. Así que, ¡deja de pelearte con los errores! Reconcíliate con ellos y conviértelos en una fuente de aprendizaje.
Ahora sabes que tus errores pueden ser grandes aliados para cumplir tus propósitos de año nuevo.