¿Cuántas veces te has preguntado si tomaste la decisión correcta al elegir tu carrera? ¿Estás conforme con tu decisión, años después de graduarte? ¿Te coquetea otra profesión o área de trabajo? No te preocupes, estos cuestionamientos son más frecuentes de lo que supones, ¡e incluso pueden ser muy provechosos!
Si hiciéramos un sondeo entre las personas egresadas de administración de empresas para conocer sus razones sobre la elección de su carrera, encontraríamos una respuesta frecuente: “Mi familia tiene negocios en los que podía trabajar”. Algo similar aplicaría para las de otras profesiones.
Ivonne Vargas, especialista en temas de recursos humanos y autora de ¡Contrátame!, una guía práctica para recién egresados, da fe de lo anterior. Algo que suele compartir con sus audiencias es que elegir una carrera resulta tan determinante para la identidad de cualquier joven como sus valores o su orientación sexual.
En entrevista exclusiva para Blog EXATEC, Ivonne nos comenta que los factores que más pesan comúnmente en esta decisión son la influencia que ejercen amigos y familiares (sobre todo papás y pareja) y el tema salarial, cuando en realidad deberíamos considerar primero nuestra personalidad, intereses, aptitudes y valores.
Ya sea porque en su momento te basaste en criterios inadecuados, o simplemente porque tu vida cambió, tal vez has llegado al punto de cuestionarte por la decisión tomada hace diez o quince años. ¡No te preocupes!, aquí te acompañamos en esas dudas y te ayudamos a encontrarles respuestas.
Los factores que más terminan pesando en la elección de carrera son la influencia que ejercen amigos y familiares (sobre todo papás y pareja) y el tema salarial
Empecemos por ponerle nombre. Se denomina crisis de carrera. Y aunque pocas personas hablen de ella como algo habitual, te sorprendería la alta incidencia que tiene entre profesionistas de todo el mundo, en gran medida por lo trascendente que es la elección de carrera en la vida de las personas, la corta edad en la que esto ocurre (16-18 años) y la alta frecuencia con la que se basa en fundamentos poco adecuados.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, aproximadamente un 30% de profesionales elige estudiar algo que no responde a sus verdaderos intereses y aptitudes. ¡Tres de cada diez miembros de tu generación!
Por otro lado, una investigación de Ernst & Young arrojó que un 54% de los estudiantes reconoce que sus padres influyeron de manera determinante en su educación profesional, pero solo un 20% señala haber tenido la oportunidad de discutir abiertamente el tema con sus familias.
Aproximadamente un 30% de profesionales elige estudiar algo que no responde a sus verdaderos intereses y aptitudes
¿Orientación vocacional, a mi edad? A diferencia de lo que pudieras creer, los procesos de orientación vocacional no solo son para quienes están por decidir qué carrera estudiar: cualquier persona que enfrente dudas sobre su elección, sin importar la edad o el hecho de que ya haya concluido sus estudios y ejerza su profesión, puede necesitar orientación al respecto.
Lo primero que tienes que hacer es tomar las cosas con calma y no precipitarte: esa crisis es producto de tu desarrollo como persona, por lo que todo paso que des debe ser tan cuidadoso (o más) como los que tomaste cuando hiciste esa elección hace años.
“Solemos pensar que la orientación vocacional solo tiene lugar cuando estamos por elegir una carrera”, añade Ivonne Vargas, “pero todos maduramos neurológica y profesionalmente hablando, y es necesario seguir cuestionándonos a lo largo de nuestra vida para saber si realmente estamos haciendo lo que queremos”.
Como ocurre con otros aspectos, es natural que cambie la percepción que tienes sobre tu carrera conforme te desarrollas. De acuerdo con la especialista, la gran mayoría de profesionistas enfrentan este tipo de dudas una vez que alcanzan lo que psicológicamente se conoce como madurez profesional, que suele presentarse entre los 35 y 45 años de edad.
Esta madurez presenta síntomas como sensación de aburrimiento y cansancio respecto a las labores actuales, así como nostalgia por actividades placenteras que se han dejado de realizar (o querido hacer en el pasado).
“Es necesario seguir cuestionándonos a lo largo de nuestra vida para saber si realmente estamos haciendo lo que queremos”
Si ya estás tomando las cosas con calma, lo más probable es que primero sopeses aspectos financieros (deudas, créditos, gastos regulares) que podrían verse impactados si decidieras dar un giro a tu profesión. Eso está bien: significa que estás siendo prudente. Quizás, antes de cambiarla, podrías encontrar nuevas formas de ejercerla (un nuevo trabajo o área, alternar con alguna otra actividad independiente redituable o comenzar algún emprendimiento).
Si esto no sirviera para aligerar tu crisis, considera recibir orientación vocacional en línea. Otra opción es que busques literatura sobre las ramas profesionales que llaman tu atención. De lo que se trata, finalmente, es de que tengas los elementos necesarios para decidir mediante un análisis completo sobre lo que te interesa, necesitas y puedes hacer.
Y para que todo quede en casa, tu alma mater ofrece OrientaTec, un servicio que ha desarrollado una serie de pruebas que puedes realizar a distancia para conocer mejor tus aptitudes y las áreas en que te convendría incursionar, de acuerdo con tus características individuales.
Una vez que tengas los resultados de estas pruebas, tal vez quieras volver a revisar el tema de tus finanzas o sopesar qué podrías hacer diferente en tu entorno profesional actual. Tal vez elijas no cambiar, y está bien: muchas crisis se resuelven confirmando nuestras decisiones actuales y no con un cambio.
Si después de hacer el ejercicio encuentras que lo mejor es dar un giro a lo que estás haciendo, recuerda que el éxito es dedicarte a lo que te apasiona, y siempre valdrá la pena ir por ello. ¡Ánimo! Evalúa alternativas y no temas dar ese cambio radical, aun cuando implique cambiar de residencia o moverte de una industria a otra, mientras la decisión esté sustentada. Si lo estás pensando tanto, tal vez es tu momento.
Finalmente, si ya estás trabajando en tu crisis, aprovecha este cambio para fortalecer tu autoconcepto. Una opción es adquirir nuevos conocimientos y desarrollar distintas habilidades para presentarte frente a tus nuevos clientes o compañeros como un profesional renovado. De eso te hablamos a continuación.
Recuerda que el éxito es dedicarte a lo que te apasiona y siempre valdrá la pena ir por ello. ¡Ánimo!
Si estás frente a la disyuntiva de cambiar tu actividad profesional, considera adquirir nuevos conocimientos que complementen lo que ya sabes y hagan de ti un profesional con habilidades complementarias. En ese sentido, un posgrado, diplomado o cursos de especialización podrían ser la solución: no significa que renuncies por completo a tu profesión actual, sino que la hagas crecer hacia nuevas rutas de conocimiento y experiencia.
Si te interesa explorar esta posibilidad para superar tu crisis de carrera, puedes iniciar por algo menos comprometedor: Uno de los beneficios al ser parte de la comunidad EXATEC son los recursos y convenios que hay disponibles para enriquecer tus conocimientos profesionales. Quizá con ello descubras esa área profesional que te está esperando para que des lo mejor de ti en una nueva etapa de tu vida.
Bien dice el dicho que “es de sabios cambiar de opinión”. Y no se trata de cambiar por cambiar, sino de hacerlo con propósito y los elementos necesarios para dar pasos firmes hacia tu autorrealización. Recuerda que la profesión es un camino, y se hace (y se cambia) día con día.
1.- Cómo lidiar con la crisis de mitad de carrera - Profesionistas
2.- 5 formas de afrontar una crisis vocacional - POUSTA
3.- 1 de cada 5 estudiantes cambia de carrera tras el primer año - Maximiliano Fernández
4.- Orientación vs. Desorientación - UAM
5.- ¡Contrátame! - Ivonne Vargas
6.- Deficiencia en la orientación vocacional - UAM
7.- ¿Y si me equivoqué de carrera? - Bumeran