Nuestro país cuenta con una gran riqueza cultural e histórica, pero también con grandes desafíos sociales y económicos que nos mueven a tomar la iniciativa y llevar a cabo acciones para mejorar a México.
México es un país lleno de bondades; tanto su riqueza cultural como histórica son motivo de admiración en todo el mundo. En nuestro país, encontramos el 70% de la diversidad de especies que habitan el planeta, según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. También somos la segunda nación con mayor flujo de turistas internacionales, luego de que ingresaran más de 35 millones de personas a nuestras fronteras en 2021, de acuerdo con información publicada por el Centro Mexicano de Relaciones Internacionales.
Sin embargo, estas y otras fortalezas se ven opacadas por circunstancias que limitan el crecimiento. Tristemente, existe otra realidad que nos muestra grandes problemas económicos, políticos y sociales. Según datos de la revista Expansión, somos el lugar 124 en el Índice de Percepción de Corrupción 2021, una posición muy lejana a la que ocupan las naciones con mejores resultados.
Ante tales desafíos, es prioritario emprender acciones para mejorar a México. Atrás quedaron los tiempos en que cada quien buscaba tan solo el bien propio; hoy, es prioritario unir fuerzas y atrevernos a transformar estructuras y paradigmas.
De acuerdo con el economista Kevin Watkins, en su columna para el diario El País, la importancia de la educación yace en su función como catalizadora del crecimiento económico, la creación de empleo y una mayor movilidad social. No obstante, la educación por sí misma no es garantía de crecimiento. Países con gobernanza deficiente, fracaso institucional, mala gestión macroeconómica y buenas estructuras académicas han formado personas educadas sin oportunidades de empleo digno, como sucedió en países del norte de África, como Túnez o Egipto.
Pero los tiempos cambian y el contexto globalizado obliga a la preparación constante y a darle importancia a la educación para enfrentar los retos actuales. Watkins confirma que el futuro de un país depende de la preparación de su gente: «Aquellos que no logren crear sistemas de educación inclusivos se enfrentarán a un crecimiento lento, mayor desigualdad y pocas oportunidades de comercio internacional», sostiene.
En México, solo el 16% de los jóvenes y adultos han cursado una carrera o estudios de licenciatura, de acuerdo con información recopilada por Unate. Hasta el tercer trimestre del 2019, se tenía registro de más de 15 millones de profesionistas en el país, de los cuales solo 11 millones 789,000 tenían empleo. Acceder a la educación superior en nuestro país es un privilegio y, como tal, implica una gran carga de responsabilidad y compromiso social para las personas que cursan grados superiores y posgrados.
Alguna vez te has preguntado, ¿qué puedo hacer para apoyar a mi país? En el bloque siguiente, encontrarás algunas sugerencias de acciones para mejorar a México desde el plano profesional.
Atrás quedaron los tiempos en que cada quien buscaba solo el bien propio; hoy, es prioritario unir fuerzas y atrevernos a transformar estructuras y paradigmas.
El conocimiento adquirido al cursar una carrera profesional en una institución de gran prestigio a nivel internacional, como es el caso del Tecnológico de Monterrey, nos permite, no solo alcanzar metas profesionales altas, sino crear mejores condiciones para el resto de la población.
El emprendimiento es el principal motor económico del mundo. Actualmente, en el mundo existen alrededor de 400 millones de pequeñas y medianas empresas, que representan el 95% sobre el total, y generan entre el 60 y 70% del empleo global, según datos de Global Naps. Crear una empresa con condiciones de trabajo dignas, sueldos competitivos y perspectiva social es una excelente manera de predicar con el ejemplo, en busca de un México mejor.
El 80% de los consumidores buscan empresas que quieran generar impacto social. Este mercado es una oportunidad para conseguir beneficios económicos y, al mismo tiempo, dejar huella en la sociedad. Según datos obtenidos por Sprout Social, el 72% de los consumidores espera que las marcas generen contribuciones positivas a la sociedad, 64% que ayuden a las personas y 43% que actúen como líderes.
Acceder a puestos directivos permite la implementación de una normatividad que mejore las condiciones de los trabajadores. De igual manera, puedes establecer políticas inclusivas que apoyen la equidad de género, el respeto a la diversidad, la inclusión a personas con discapacidades y, así, colaborar en la construcción de empresas responsables y comprometidas con lograr un México mejor.
La importancia de la educación es palpable en aquello que logramos alcanzar a la hora de compartir nuestro conocimiento. Las enseñanzas de buenas y malas experiencias son un verdadero tesoro para quien apenas comienza su camino. Ya sea como mentor o como catedrático en alguna universidad, podrás colaborar en la preparación de una generación fuerte y lista para enfrentar los problemas del presente y conseguir un México mejor.
Identifica una problemática que te gustaría erradicar, utiliza tus contactos e invita a personas con los mismos intereses a participar y colaborar. Pueden organizarse o apoyarse realizando eventos para recaudar fondos o iniciar una organización sin ánimo de lucro desde cero. El fondeo es fundamental para obtener resultados, al involucrarte en esta tarea puedes contribuir a la solución en un menor tiempo.
Bien dice el dicho que «El buen juez por su casa empieza». Además de todas las acciones que puedes iniciar en el plano profesional, te recomendamos hacer una introspección para identificar ventanas de oportunidad en ti mismo. Estos son algunos conceptos que puedes considerar para mejorar de forma personal e impactar positivamente en tu comunidad:
Mantén una actitud de respeto y tolerancia: la diversidad de ideas y el debate fundamentan el crecimiento.
Estudia: nunca dejes de prepararte. Estudia posgrados, maestrías, cursos y especialidades. La importancia de la educación se fundamenta en el conocimiento adquirido. Recuerda: «[...] la verdad os hará libres».
Participa: forma parte de grupos vecinales, regionales o locales en los que se elaboren proyectos para mejorar tu entorno inmediato.
Comienza con pasos pequeños: dona sangre, comida, dinero… involúcrate en este tipo de acciones en tu entorno para generar proyectos de alto impacto.
Ya sea desde el plano profesional o personal, implementar estas prácticas te permitirá crear o formar parte de círculos virtuosos en tu entorno. Haz a un lado la indiferencia y conviértete en factor de cambio para tu comunidad, incluso, para nuestro país.
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