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¿Afores? Las cinco cosas que debes saber

Escrito por Relaciones con Egresados | 12/3/2021

Las ves anunciadas en el banco, Instagram, ¡hasta en los trámites de Gobierno en línea! Tal vez has escuchado a personas más grandes que tú (o alguna que otra muy informada, de tu edad) hablar de ellas, y decir cosas como “rendimiento”, “cuenta” o “siefore”. Pero tú, ¿sabes qué son las afores y cómo lograr que te den un retiro más favorable en muchos años?

Aceptémoslo: no sientes que haya pasado demasiado tiempo desde que te graduaste. Y aunque tal vez iniciaste tu vida profesional cuando aún estabas en la carrera, tampoco sientes llevar muchos años trabajando. Incluso seguramente estás entre el grupo de más jóvenes en tu equipo de trabajo o entre los emprendedores de tu ramo, ¿no?

Por eso, pensar en retiro o jubilación puede sonarte rarísimo. ¡Si apenas has comenzado a generar puntos para el Infonavit (terreno tal vez aún inexplorado)! Lo cierto es que así como han pasado uno, dos o cinco años desde que saliste del Tec, el tiempo por venir fluirá muy velozmente, y si preparas desde ahora el escenario para cuando dejes de trabajar, en unos años más, disfrutarás mucho más esa etapa todavía lejana de tu vida.

Una forma de conseguir consolidar desde este momento tu retiro son las afores. Sabemos que pueden resultar un tema extraño (otro terreno inexplorado). Prueba lo que sabes, o aumenta tus conocimientos y toma acciones desde ahora, con estos cinco básicos de las afores que debes tener en cuenta para que los años no te agarren desprevenido (ni pasen en vano).

1. Ya tienes una, y puedes saber cuál

Primero una definición: afore viene de “administradoras de fondos para el retiro”. Son algo muy simple: instituciones privadas que administran dinero ahorrado por los trabajadores durante su vida económicamente activa y  que tendrán disponible (y con rendimientos) cuando dejen de laborar.

Si tienes afiliación al IMSS o ISSSTE, debes tener una afore registrada. En caso contrario, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) te habrá preasignado a una de las que operan en el país. Puedes consultar aquí la afore a la que perteneces o en la que tienes preasignación (solo necesitarás tu número del IMSS). Si trabajas de manera independiente, puedes registrarte a la de tu preferencia y pagar tú las cuotas que integran la aportación mensual (usa esta calculadora).

2. Son una forma segura de ahorrar, y se integran por distintas aportaciones

Las afores no se regulan solas: para eso está la Consar, que vigila que estas administradoras cumplan con una legislación específica de estas inversiones, distinta a la que ampara cualquier otro producto de inversión. Esto garantiza que el dinero de los ahorradores permanezca seguro.

¿Y de dónde proviene ese dinero que te darán cuando te jubiles? De la parte que les paga a las afores tu empleador, correspondientes al seguro de retiro, cesantía y vejez (RCV), más una cuota social que aporta el Gobierno. La suma de ambas aportaciones (6.5% de lo que ganas mensualmente) constituye tu ahorro como trabajador.

También puedes hacer aportaciones voluntarias, por el monto que quieras y a través de diferentes medios de pago, incluida la domiciliación y depósitos en tiendas de conveniencia. ¿Te conviene depositarle un extra? Sí, pues es dinero que se trabajará por ti durante muchos años a rendimientos superiores de los de muchas otras formas de inversión.

¿Y de dónde proviene ese dinero? De la parte que paga tu empleador más la cuota social que aporta el Gobierno

 

3. Puedes cambiar de afore cuantas veces quieras (y tal vez te convenga hacerlo)

Si ha pasado por lo menos un año de que confirmaste la afore en que te prerregistró Consar, y en cualquier momento después de eso, puedes cambiar a otra cuyos rendimientos, comisiones y servicios te convengan más. Aquí puedes encontrar información actualizada cada cuatrimestre sobre cuál te conviene más según tu año de nacimiento.

4. Puedes disponer parcialmente del dinero que deposites en ellas

Como ya hemos dicho, las afores fueron pensadas para darte seguridad en tu retiro. Dado que comenzaste a trabajar después del 1 de julio de 1997, no tendrás una pensión del IMSS como la que reciben tus padres o abuelos: tu pensión provendrá de tu propio ahorro y lo recibirás una vez que hayas cumplido 65 años y reunido al menos 500 semanas de trabajo.

Se trata de una inversión a largo plazo, por lo que hasta que no alcances dicha edad y semanas cotizadas no podrás disponer de todo tu dinero, a menos que estés en uno de los siguientes supuestos: 

  1. Por cesantía en edad avanzada. Si cumples 60 años, no tienes trabajo remunerado y alcanzas 500 semanas cotizadas de trabajo.
  2. Por negativa de pensión IMSS/ISSSTE. Si solicitas tu pensión, pero no alcanzas a reunir las semanas o años de cotización en el IMSS o en el ISSSTE que marca la ley, recibirás una negativa de pensión y podrás solicitar los fondos de tu afore.
  3. Por invalidez o incapacidad permanente. Si contraes una enfermedad o sufres un accidente que afecte tu desempeño laboral.
  4. En caso de que fallezca alguien que te registró como beneficiario de su cuenta.
  5. Por ayuda para gastos de matrimonio. Si te vas a casar, puedes pedir el equivalente a treinta días de salario mínimo (vigente en la Ciudad de México a la fecha en que se vaya a celebrar tu matrimonio).
  6. Ayuda por desempleo. Si no estás cotizando en el IMSS por desempleo, puedes hacer un retiro a partir del día cuarenta y seis sin trabajo.
  7. De tus aportaciones voluntarias. También puedes hacer retiros dos meses después de tu primer depósito voluntario (o del último retiro).

En cualquier momento, puedes cambiar a otra afore cuyos rendimientos, comisiones y servicios te convengan más


5. No son el único sistema de inversión para tu futuro

Tomando en cuenta que a tu afore solo aportas aproximadamente un 6% de tu ingreso anual (además de lo que sumes con aportaciones voluntarias, si así lo decides), puedes considerar otro tipo de inversiones para tu retiro, al menos como planes complementarios de ahorro: 

  1. Planes de inversión con seguro de vida. Puedes aportar desde 1,000.00 pesos mensuales, que se descuentan de tu cuenta bancaria. Muchas aseguradoras tienen planes así, y el monto comprado es deducible de impuestos.
  2. Planes personales de retiro. Los ofrecen muchas instituciones financieras y también son deducibles de impuestos.
  3. Fondos de inversión. Para participar de ellos debes pagar una comisión, pero puedes comprar y vender tu participación cuando quieras.
  4. Fondos cotizados (o ETF, por sus siglas en inglés). Puedes acceder a ellos desde la Bolsa Mexicana de Valores. El monto de apertura depende de cada intermediario bursátil, pero hay desde 100.00 pesos.
  5. Abrir una cuenta en una casa de bolsa. Actualmente existen plataformas electrónicas para invertir en bolsa a partir de 1,000.00 pesos.


El tiempo vuela, empieza ahora

La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) estima que para el 2050 (cuando superes los 50 años de edad), aproximadamente el 40% de los adultos mayores vivirá en condiciones de pobreza por no haber tomado las medidas necesarias durante sus años más activos. 

Por eso, ahora que tienes la información necesaria, toma los pasos que te lleven a asegurar el mañana con una vejez sin preocupaciones.

FUENTES

1.- ¿Qué es una AFORE? - Gobierno de México

2.- ¿Para qué sirven las AFORES? - El Universal

3.- Afore Pensionissste - El Economista 

4.- Mitos y realidades del ahorro voluntario en las Afore - Forbes

5.- 5 opciones para invertir en tu retiro - Alto Nivel

6. Quiero ahorrar para el retiro, pero ¿dónde debería hacerlo? - El Economista